Vicens explicó que de momento no hay «ningún síntoma» que haga pensar en una recesión y comparó la situación con «un coche que ya ha alcanzado 80 o 100 kilómetros por hora» y que por tanto no acelera más. Detrás de esta desaceleración identificó «razones de ciclo económico» y puntualizó que la situación geopolítica por la guerra de Ucrania, la inflación y el aumento de costes y el reto climático «plantea mucha incertidumbre y dudas y obliga a trabajar todos juntos, Administración y sociedad civil».
Por su parte, la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores del Govern, Rosario Sánchez, ensalzó la labor del Cercle, institución que «siempre ha acompañado muy intensamente» al Govern en los «años duros» de pandemia. Sánchez destaca la situación actual de «pleno empleo y crecimiento económico», así como «desde el punto de vista de la Administración pública, de solidez financiera».
La presidenta Armengol dio la enhorabuena a la nueva junta directiva del Cercle d'Economia y le «tendió la mano para poder afrontar juntos retos de futuro» ligados al cambio climático y las incertidumbres geopolíticas.
El Cercle considera que esta fase de desaceleración económica será más intensa a finales de año y se alargará previsiblemente a 2023. «Se deja atrás la fase expansiva, iniciada en primavera de 2021, y previsiblemente, a lo largo de los próximos meses, la tendencia será que el crecimiento económico vaya perdiendo intensidad», apunta el organismo.