Largas colas para acceder al Caló des Moro este verano. | Teresa Ayuga

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En pleno debate sobre la masificación turística son pocos los ciudadanos que saben que ya durante la preautonomía se abordó el problema de saturación de las playas aprobando un marco regulatorio que obligaba a declarar las playas con menos de 5 metros cuadrados por usuario. No se llegó a realizar el listado. El Pla d'Ordenació de la Oferta Turística (POOT) elevó esa ratio a 7,5 metros cuadrados por usuario limitando la creación de nuevas plazas en las zonas turísticas costeras que superaran este rango.

Solo diez municipios de Mallorca se adaptaron al POOT: Alcúdia, Andratx, Artà, Calvià, Muro, Palma, Pollença, Ses Salines, Son Servera y Sóller. Todos sortearon la ratio, bien añadiendo metros de superficie a sus playas o bien justificando en la memoria de adaptación de sus respectivas normativas urbanísticas que no todos sus residentes y turistas van en el mismo día a la playa y no siempre van a las playas de sus municipios. En la práctica nunca se ha aplicado la limitación. La mayoría argumentó que no todos sus residentes y turistas iban en el mismo día a la playa y no siempre se quedaban en su municipio. Especialmente sonado fue el caso de Pollença que computó más metros de playa de los que en realidad tiene Cala Carbó para justificar la construcción de 50 chalets en este enclave idílico que años después fue parcialmente desclasificado por el Govern.

«El artículo del POOT que establece la ratio de 7,5 m2 de playa habla de potenciar un modelo turístico que prioriza la creación de lo que se conoce como hoteles resort, eran conscientes de que las playas se llenan y era una apuesta por crear hoteles con grandes piscinas para que los turistas no vieran la necesidad de salir del complejo», dice el actual director de Territori i Paisatge, Miquel Vadell. Recuerda que «el POOT fue derogado por la Ley 8/2012 y, ante el vacío generado, se hizo una revisión y se aprobó el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) que es el que está vigente ahora». «Vuelve a diseñar estándares disuasorios y retos contra la saturación y la sobreexplotación, si bien es cierto que esta ratio de 7,5 m2 de superficie de playa por persona desaparece», admite.

A diferencia de lo que ocurría con El POOT, el PIAT no establece una limitación de crecimientos de plazas turísticas o residenciales directamente relacionada con la capacidad de carga de las playas sino que establece una nueva ratio, de 15 metros cuadrados por usuario que limita la creación de aparcamientos en los accesos playas aisladas. «Ya no tiene sentido condicionar el crecimiento alrededor de una playa masificada cuando tienes gente repartida por toda la Isla, también en el interior, en hoteles y en viviendas vacacionales. Esta gente cuando se levanta coge el coche. Tenemos un grave problema de movilidad y de aparcamiento», dice Miquel Vadell. «La globalización turística requiere ahora un plan especial de control de acceso a las playas», añade. Manacor es el primero que está tramitando un aparcamiento adaptado al PIAT, en su caso en Cala Varques.

En su momento solo Andratx, Calvià, Palma, Ses Salines, Son Servera, Artà, Muro, Son Servera, Sóller y Pollença adaptaron sus normativas urbanísticas al POOT. Prueben ustedes a reclamar sus 7,5 metros cuadrados para pasar el día en sus playas. El resto de municipios afectados (recuerden que la norma solo regulaba la oferta de los núcleos turísticos costeros) nunca llegaron a adaptarse. Campos, Santanyí, Felanitx, Manacor, Sant Llorenç y Capdepera iniciaron el trámite, pero nunca lo acabaron. Santa Margalida ni siquiera hizo el intento.

«Aquella experiencia nos demostró que cuesta mucho que los ayuntamientos adapten sus normativas urbanísticas a las nuevas normativas supramunicipales. Lo que tuvo éxito del POOT fue lo que se aplicaba de forma directa sin necesidad de hacer una adaptación. Por eso ahora apostamos por las normas de efectividad directa», dice el director insular de Territori. La gran apuesta del POOT era la de trasladar los grandes hoteles pantalla de la primera línea de costa hacia atrás y nunca se hizo», añade Vadell. «La normativa actualmente vigente (PIAT) responde a la necesidad de introducir de nuevo parámetros que habían quedado derogados por la Ley 8/2012. Volvemos a introducir densidades y ratios y límites a las edificaciones. En líneas generales es una norma más restrictiva que el POOT, salvo para los municipios que en su momento se adaptaron a él. Con la derogación del POOT se había perdido el control», explica el director insular.

El artículo 32 del PIAT en su anexo 6 explica cómo se llega al cálculo de 15 metros cuadrados de playa. «Pensamos en que era necesario limitar los aparcamientos, pero que los coches que van a la playa deben ir llenos. De ahí que la ratio esté diseñada para garantizar una plaza de aparcamiento para cada cuatro personas. Habrá quien diga que este artículo facilita la creación de nuevos aparcamientos, pero la realidad es que los coches están ahí y están mal aparcados. Creemos que es mejor que no hacer nada y seguir viviendo en el caos», dice Miquel Vadell.

«Si alguien quiere ver en la práctica el modelo POOT basta que pasee por playas de Muro, una zona de desarrollo turístico tardío, en comparación con otros destinos de Mallorca, en la que predominan los hoteles Resort. Vean cómo están las playas. ¿Qué sentido tendría ahora limitar los establecimientos de Alcúdia o Muro en función de la capacidad de carga de sus playas cuando el resto de Mallorca va a a bañarse allí?», Reflexiona Vadell. Para el director insular de Territori «la globalización turística requiere ahora un plan especial de control de acceso a las playas. Manacor está ahora tramitando la regulación de los aparcamientos en Cala Varques. El documento está en tramitación ambiental.

El anexo VI del PIAT establece cuáles son las llamadas 'playas aisladas' en las que el aparcamiento debe tener un límite máximo. Se trata de s'Illot, el Coll Baix y Sant Joan (Alcúdia); Cala Blanca, Cala d'Egos (Andratx); Cala Estreta, Cala Mitjana, Cala Torta, Caló d'es Camps (Artà); Cala Falcó, Cala Portals Vells (Calvià); Cala sa Nau (Felanitx); Cala Magraner, Cala Pilota, Cala Varques y Caló Bota en Manacor. Calculando una ratio de 15 m2 por usuario y una plaza de aparcamiento para cada cuatro usuarios la que tiene mayor capacidad potencial de aparcamiento es Cala Torta (88 plazas) y el Caló d'es Camps y Cala Falcó las que tienen menos capacidad máxima (siete plazas).