La pobreza tiene rostro de mujer. | Click

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Las colas del hambre se han convertido en una imagen capaz de remover conciencias, ya que en ellas se puede encontrar a personas que nunca llegaron a imaginar que necesitarían hacerlo. El perfil es muy variado. Cruz Roja explica que atiende a personas sin ningún tipo de ingresos económicos, insuficientes (trabajos inestables, precarios o de economía sumergida o perceptores de ayudas) o con empleos eventuales, sin capacidad de ahorro y que tras finalizar el trabajo eventual vuelven a solicitar ayudas a nuestra entidad. El 66 % son mujeres con edades comprendidas entre los 35 y 49 años y de nacionalidad española; antes lo era el grupo de 50 y 64 años, por lo que ahora los que no pueden cubrir sus necesidades básicas son más jóvenes. El segundo grupo de edad corresponde al de 18 y 34 años y la segunda nacionalidad son los colombianos, seguidos de los venezolanos.

Cáritas precisa los perfiles de las personas que asisten son muy diversos, pero la mayoría son familias con hijos, extracomunitarios y muchos están en situación de paro a pesar que sean personas activas. Cabe destacar que un 40 % de los que vienen a pedir ayuda tienen estudios y titulaciones que no pueden homologar en España, una situación que les cierran muchas puertas en el mundo laboral».

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Ante el negro panorama que se cierne en el horizonte, el presidente del Banco de Alimentos de Mallorca, Raimundo de Montis reclama a las instituciones que realicen un esfuerzo extraordinario para poder dar respuesta a la demanda de productos de primera necesidad, que se prevé que se incremente debido a la elevada tasa de inflación; el pasado mes de agosto en Baleares fue del 10,7 %, superando a la media nacional.

Cáritas Mallorca se suma a esta petición. «Con la previsión que tenemos para los próximos meses de aumento de la demanda de ayuda, necesitaríamos más acciones solidarias y más donaciones de alimentos para evitar que tengamos que destinar gran parte de los recursos de Càritas a la compra de alimentos. La colaboración de donantes, tanto grandes empresas como de pequeñas, o de particulares es muy importante para que las entidades sociales podamos cubrir la gran mayoría de las necesidades que se nos presentan y que son muy amplias».