La desembocadura del torrente, que arrastra el agua con tierra del Barranc d'Algendar. | Joan Bagur

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Uno de los rasgos característicos del Barranc d'Algendar de Ferreries es su tierra rojiza. El diluvio que acompañó la tormenta del fin de semana arrastró con él toneladas de sedimentos que, una vez en el agua, han teñido por completo las aguas de la playa de Cala Galdana. Así se aprecia en esta fotografía captada desde el mirador por Joan Bagur.

Se trata de un fenómeno natural que se repite cuando se registran lluvias de alta intensidad. Una de sus consecuencias negativas para el campo y la actividad agraria es que la tierra de cultivo pierde una parte de sus nutrientes.

El observatorio meteorológico de Cala Galdana registró la noche del sábado al domingo una precipitación de 91 litros por metro cuadrado.