La parroquia de Nuestra Señora del Roser de Son Cladera vivió ayer el emotivo acto del XXV aniversario del hermanamiento de las cofradías de penitentes de la Salud de Palma y la Real Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Palma.

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La parroquia de Nuestra Señora del Roser de Son Cladera vivió ayer el emotivo acto del XXV aniversario del hermanamiento de las cofradías de penitentes de la Salud de Palma y la Real Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Palma. Al acto asistieron los presidentes de ambos colectivos, Pablo Beltrán y Sergio David Pérez Liaño, respectivamente. En día tan señalado, acudieron también el presidente emérito de la Salud, Jeroni Serra; el presidente de la Hermandad del Rocío de Menorca, Antonio Ruiz; el de Eivissa, Adrià Pineda, y los hermanos de honor de la Casa de Andalucía, José Martínez y Pedro Anaya.

Estandarte

La celebración se inició con la llegada de los hermanos del Rocío portadores del ‘simpecado' (estandarte), que fue recibido por miembros de la cofradía de la Salud con el suyo, para llevarlos al interior de este templo y colocarlos junto a las imágenes de los titulares de la cofradía, Cristo de la Santa Cena y Virgen de la Salud. Junto a estos, estuvo presente en esta ocasión, una imagen de la Virgen del Rocío, donada por la hermandad. A continuación, se procedió a la celebración de una eucaristía que presidió el padre jesuita Antonio Judas Moreno, director espiritual de la hermandad del Rocío, junto con el diácono del Roser, Juan Carlos Thomás.

Los cánticos fueron interpretados por el coro rociero de la hermandad, dirigido por Maite Velasco. Por último se reunieron en una comida solidaria, cuya recaudación, explicó el presidente Beltrán, será destinada a Cáritas, actividad incluida dentro del programa de la cofradía de recogida de juguetes y alimentos.