Joaquim Miró, director territorial de Mapfre en Cataluña y Baleares. | M. À. Cañellas

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Joaquim Miró es el director general territorial de Mapfre en Cataluña y Baleares. En esta entrevista explica los objetivos que persigue la compañía con la expansión de su rama de asesoramiento financiero, Mapfre Gestión Patrimonial (MGP).

¿Qué balance hace del recorrido de Mapfre en Baleares?
—El balance es muy positivo. Actualmente tenemos cerca de 160.000 clientes y somos líderes en los principales ramos en los que operamos. Nuestra presencia tanto en oficinas como en colaboradores no ha dejado de crecer. Con ocho oficinas directas y 64 delegaciones, somos capaces de dar el mejor servicio a nuestros clientes no solo en Palma, sino en todo Balears.

¿Por qué se amplía ahora el servicio de gestión patrimonial en Palma?
—Mapfre Gestión Patrimonial empezó en 2017 con la idea de ayudar en la gestión del patrimonio y las decisiones de inversión en las grandes ciudades de España. Tras el éxito de nuestro modelo en Barcelona, Madrid y Valencia, hemos decidido replicarlo en otra de las ciudades más importantes y con mayor proyección. Con la de Palma contamos ya con 10 oficinas en territorio español. Usando nuestro lema de este año, «es el momento, es ahora». Creemos que estamos en disposición de ofrecer a nuestros clientes de las Islas un plus en el servicio del asesoramiento especializado. La situación actual de los mercados –con la inflación, la subida de tipos y una posible recesión, a lo que hay que sumar la inestabilidad geopolítica– hacen imprescindible la figura del asesor profesional.

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¿Cuáles son sus objetivos?
—Nuestro objetivo es ayudar y guiar a nuestros clientes en sus decisiones de inversión y ahorro. En un momento en que muchos players del sector están utilizando la gestión discrecional y/o roboadvisors, nosotros apostamos por el asesoramiento personalizado mediante la figura del agente financiero. Creemos que la atención personalizada y una mejor relación con el cliente se traduce también en una mayor rentabilidad del tiempo. Además, el asesoramiento va desde la planificación fiscal y sucesoria hasta la previsión social empresarial.

¿Cuál es el perfil de inversor al que se dirigen?
—Podemos asesorar a cualquier inversor o ahorrador. Actualmente, damos servicio a todo tipo de clientes, del más conservador al más arriesgado, teniendo en cuenta como premisa principal sus necesidades personales y familiares y el horizonte temporal de la inversión. Esto lo podemos conseguir gracias a la visión internacional de Mapfre, a la experiencia en gestión de activos líquidos y de riesgos y al amplio abanico de soluciones personalizadas que ofrecemos.

¿Creéis que es un ciclo económico favorable para lanzar esta unidad de negocio en Baleares?
—Es precisamente en estos momentos de incertidumbre cuando se hace más necesario estar acompañado de un asesor financiero. Por ello, consideramos que era necesario lanzar esta unidad de negocio aquí, para poder estar más cerca de nuestros clientes y ayudarles en sus decisiones financieras. En todos los ciclos económicos siempre hay oportunidades de inversión y un cliente bien asesorado las puede encontrar al tiempo que minimiza riesgos y maximiza beneficios.

¿Qué consejos le daría a alguien para que le confiara sus ahorros?
—Le diría que es de vital importancia dejarse asesorar por profesionales de la materia que están a la vanguardia de lo que ocurre en los mercados y de cuáles son las mejores soluciones para cubrir sus necesidades. Es muy importante contar con un amplio abanico de soluciones para ir adaptando las inversiones a los ciclos vitales por los que pasamos las personas.