Enrique Bautista Algara ha fallecido en Palma a los 76 años.

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A los 76 años ha fallecido en Palma el conocido y querido enfermero jubilado Enrique Bautista Algara. Nació en Madrid en 1947 y estudió maestría industrial en la Universidad de Gijón. Después empezó de representante en unos laboratorios, pero el destino hizo que lo destinaran a Mallorca, donde en 1972 conoció a la que luego sería su esposa, Francisca Giner. El amor de su vida y por la que sentía auténtica devoción.

La Enfermería era su pasión y consiguió diplomarse estudiando de noche y trabajando de día, demostrando una inagotable capacidad de trabajo que mantuvo a lo largo de toda su carrera. Enrique dobló guardias, trabajó festivos y noches y nunca se quejó de su horario. En Son Dureta, donde se especializó en Traumatología, o en las clínicas Rotger y Juaneda o el centro de salud de Felanitx, donde pasó sus últimos quince años. Quería lo mejor para sus tres hijos –Jaime, Susana y Enrique–, y solo se relajó a medias cuando se jubiló, en 2012.

Pero duró poco. La llegada de Nacho, Marta y Luis, sus tres nietos, lo puso de nuevo en acción y se volcó en ellos. Ya no habría descanso para el viejo león. Ni falta que hacía. Enrique Bautista era feliz de esta manera: cuidando de su familia y siguiendo al Real Madrid de sus amores. Cuando en 2020 llegó el coronavirus, llevaba mucho jubilado pero no dudó en presentarse voluntario para reforzar a sus compañeros desbordados. Fue la última lección de un enfermero vocacional. Y de un gran señor.