La ginecóloga Cristina Mulet, en su consulta de Son Espases. | AGUSTIM

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Desde el 2018, año en que se creó el convenio marco que incluía las operaciones de reasignación de género, la doctora Cristina Mulet atiende a una media de 15 pacientes al mes en la consulta especializada Gine Trans de Hospital Son Espases.

¿Por qué la mayoría de los ginecólogos se encontrarían con dificultades para atender a una persona trans?
—No creo que la mayoría se encuentre con grandes dificultades aunque siempre se puede mejorar. En primer lugar, le debemos preguntar: cómo quieres que me dirija a ti, cuál es tu sexo sentido y cuál es tu nombre deseado. También debemos conocer las prestaciones a las que tienen derecho, los protocolos asistenciales y los circuitos de derivación. Primaria es el ámbito asistencial más cercano, deben estar formados y sensibilizados con las personas trans y sus necesidades.

Además de su especialidad ¿qué tipo de formación específica ha realizado?
—Soy ginecóloga y sexóloga. Además he asistido a formaciones en atención sanitaria a personas trans, a cursos de salud sexual y he participado en la elaboración del protocolo de Son Espases.

¿Nos sorprendería conocer las edades de sus pacientes?
—Atendemos a personas de todas las edades. El inicio suele ser progresivo desde la infancia, apareciendo casi siempre antes de los 10 años. Los niños y niñas comienzan a percibir a los 2-3 años su pertenencia a un género u otro género. No es hasta la etapa prepuberal cuando tienen conciencia clara de que existe una disonancia entre cómo se ven a sí mismos y cómo les ven las demás personas, sobre todo la familia. En la edad infantil está contraindicado iniciar ningún tratamiento endocrinológico ni quirúrgico. La transición social es una intervención reversible en la que el joven vive parcial o completamente en el rol de género preferido.

¿En su consulta se hacen las revisiones tras una vaginoplastia?
—Las mujeres que se someten a una cirugía de reasignación de género suelen hacerse un seguimiento evolutivo durante el primer y segundo año tras la cirugía. Después la periodicidad depende de cada paciente y sus necesidades. La gran mayoría están muy satisfechas con los resultados estéticos y funcionales de la neovagina y no tienen grandes complicaciones.

¿Puede una vagina reconstruida desarrollar las mismas enfermedades que en una vagina biológica?
—Algunas sí, tales como secreciones o infecciones, otras no porque el tejido no es el mismo.

¿Atienden también a hombres trans?
—Sí. En ambos casos, en función de la edad, deben someterse a revisiones preventivas de seguimiento de factores de riesgo cardiovascular, diabetes mellitus, hiperlipidemia, de cáncer de mama, cáncer de próstata...

¿Dicen que el lenguaje es muy importante, ¿lo tiene en cuenta?
—Lo es para todas las personas que tratamos. Debe ser siempre desde el respeto y dirigiéndonos en el sexo sentido por la persona a quien atendemos. Hay que preguntar con naturalidad y todo fluye. También es importante interrogar sobre su orientación sexual que no tiene por qué ser contraria al sexo sentido.

¿Cuáles son las principales dudas en las primeras consulta?
—En general, es un colectivo muy bien informado. Las mujeres trans vienen derivadas tras la cirugía para un control postquirúrgico de su vulva y neovagina; revisión de cicatrices, cuidados y hábitos, también dudas en relación a la función sexual. En el caso de los hombres trans acuden mayoritariamente tras haberse realizado la mastectomía para valorar cirugía de exéresis de órganos genitales internos y criopreservación de ovocitos previa a la cirugía si así lo desean. Otros optan por no realizarse la cirugía y se hacen controles citológicos, ecográficos con o sin control mamario en función de si se han realizado la mastectomía. Sus dudas, en general, están relacionadas con aspectos médicos de cuidados y seguimiento y, a veces, consultan por dudas o problemas de función sexual.

Una de ellas (según internet) versa sobre la posibilidad de llegar a un orgasmo o de la lubricación de la vagina ¿sucede con naturalidad?
—Por supuesto que tienen orgasmos y relaciones sexuales satisfactorias tras una cirugía de reasignación sexual.

¿Y las dudas tras la transición?
—En las mujeres es el miedo a que puedan perder profundidad en su neovagina. No es un problema habitual si se realizan dilataciones de forma regular o mantienen relaciones sexuales periódicas. Entre los hombres están relacionadas con qué frecuencia deben realizarse citologías o mamografías si no se han sometido a cirugía o también relacionados con alguna menstruación o dolor abdominal.