Antonio Turiel (León, 1970) dedica toda su energía vital a estudiar cómo adaptarnos a un escenario que ve inevitable: el agotamiento de los recursos naturales. Su blog The Oil Crash acumula más de 14 millones de visitas y es una referencia en castellano sobre la transición energética. Su trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está centrado en la oceanografía, las ciencias ambientales y los recursos. Ve un futuro complicado, pero es optimista y cree que impulsar un decrecimiento planificado permitiría mantener nuestro nivel de vida consumiendo menos.
Este lunes presenta a las 19.30 horas en la Llibreria Lluna de Palma tres de sus libros: Sense energia, El otoño de la civilización y Petrocalipsis, junto al geólogo Antonio Aretxabala. El martes estarán en el Teatre d'Artà, donde darán una charla a las 12.45 horas y a las 19.30 horas participarán en un coloquio junto a la portavoz del GOB, Margalida Ramis, y la regidora artenenca de medio ambiente, Aina Comas Delgado.
¿Estamos abocados al colapso?
—Es un riesgo, pero no es algo inevitable. Por eso nosotros hablamos de medidas para transitar y evitarlo. A lo largo de la humanidad han colapsado decenas de civilizaciones y esto se da cuando una sociedad pierde funcionalidades y se produce una desaparición del estado y se pasa hacia una sociedad más sencilla. El colapso se piensa como un cambio físico o tecnológico, pero es cultural. Se colapsa porque se persiste en una idea equivocada. Si te empeñas en mantenerla por razones políticas o religiosas, una idea que no funciona te lleva a la destrucción de la estructura social, en mayor o menor medida.
Y la idea del crecimiento infinito nos lleva a ese escenario.
—El crecentismo, la idea equivocada de que podemos crecer indefinidamente en un planeta finito, infecta el discurso político. Encima, como critiques el capitalismo, te caen descalificaciones, pero es que es un modelo basado en esta premisa errónea. En los años setenta se publicó el informe del Club de Roma, que diseñó 12 escenarios futuros diferentes. Lo dramático es que la situación actual se parece al peor previsto. Hacia el 2020 decían que empezaría a haber serios problemas en la producción de alimentos, y esto ya se está dando en Estados Unidos, pero también aquí, porque la sequía echará a perder este año las cosechas en gran parte de la Península. Además, la crisis climática está descontrolada.
Históricamente, ¿qué sociedades han sido capaces de evitar su colapso de forma premeditada?
—El Japón de la era clásica es un buen ejemplo. En ese momento, el país sufría hambrunas porque tomaban medidas expansivas, pero se dieron cuenta de que debían de hacer algo. Por ello, empezaron a conservar sus bosques y se estableció una contención de la natalidad, no todo es perfecto y maravilloso.
Lleva años advertiendo sobre el fin del petróleo. ¿En qué punto está?
—La producción llegó a su máximo en 2005 y desde entonces ha caído un 14 %. Las petroleras invierten menos porque no ven negocio. Es una dinámica que estaba prevista, pero aun así los hay que niegan algo tan simple. Los economistas creen que invirtiendo más, se produciría más, pero ya no es rentable. Los políticos, la mayoría formados en la economía liberal o neoliberal, solo piensan en crecer. Defienden que el crecimiento se regula con crisis y que todo vuelve al principio para poder empezar. El problema es que ya no volveremos a un punto de inicio porque cada vez hay menos recursos. Obvian la biología, la geografía y la física.
¿El Gobierno es consciente de los análisis que hacen en el CSIC?
—Un poco, pero es algo de lo que no se puede hablar. Además, siempre salen con que habrá un progreso tecnológico que solucionará todo. Es muy dudoso, pero diseñar políticas basadas en si sucederá algo o no, es peligrosísimo. Debemos prepararnos ante el escenario previsto, no en función de si habrá o no un milagro tecnológico.
¿Qué le parece la apuesta por impulsar las renovables sin limitar el consumo energético?
—Las renovables son la burbuja del ladrillo 2.0 y acabará mal. El negocio está en el proceso de construir, no en usarlas. El consumo de electricidad en España, además, cae desde hace 15 años. Se consume menos ahora porque hasta 2008 todo crecía, pero ya baja. El coche eléctrico no se puede generalizar porque requiere recursos que son finitos. El hidrógeno es una fábula ridícula porque es muy poco eficiente producirlo. No es una fuente de energía, porque hay que usar energía para producirlo. El propio Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en inglés), que se cita cuando se quiere, advierte de que el hidrógeno no es una tecnología madura para implantarla a escala masiva, como se nos vende.
Ante este panorama, defienden planificar un decrecimiento de la economía que sea justo. ¿En qué consistiría?
—Vamos a tener un descenso de nuestro consumo energético y material, y ante eso, debemos planificar cómo satisfacer nuestras necesidades consumiendo menos. Técnicamente, se puede hacer, es posible conservar un nivel de vida similar al nuestro con una décima parte de lo que consumimos. El problema es social, porque esto requerirá, por ejemplo, un modelo de trabajo diferente, algo de lo que no se puede hablar. Ya está habiendo un descenso de la actividad industrial por el encarecimiento de precios. Nos dicen que eso es decrecimiento, pero es empobrecimiento, no es de lo que hablamos nosotros. Nosotros estudiamos cómo ser más eficientes, pero no se puede hacer en un contexto económico de crecimiento ilimitado como el actual.
¿Qué implicarían estos cambios para un ciudadano medio?
—Debería comer solo alimentos de temporada y no tendría coche y lavadora, se tendrían que compartir, como ya se hace en muchos países. En el día a día, a penas afectaría. También habría que acabar con la obsolescencia programada y aprovechar la energía renovable de manera no eléctrica, que a veces es más eficiente. La perspectiva capitalista es de que se acabaría el mundo, pero son cosas anodinas, no una película de acción.
El turismo es la principal industria de Balears y muy importante en España ¿Qué pasará con este sector?
—Tiene muy mala solución. Ha sido potenciado por la abundancia de petróleo barato, pero se decrecerá, afectará mucho. Hay que aprovechar el tiempo porque a pesar de haber tenido 50 años para hacerlo, hemos ido en la dirección a favor del colapso. Hay que cambiar, todavía podemos dar la vuelta para evitar caernos por el precipicio.
37 comentarios
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PruneitorMis fuentes estan en el PubMed. Lo que a lo mejor tu no entiendes nada. Hay 8160 entradas referentes a efectos secundarios de vacunas Covid.
La emergencia climática es la mayor aberración mundial desde Dios sabe cuando. Nos están tomando el pelo de mala manera. Nos quieren pobres y muertos de frío. Cuanto mas bruto, mas creyente en esas cosas.
Bunyol Foradathola... y por donde empezamos a decrecer ?... por donde empezamos a recortar ? que no nazcan (aborto?)... que no vivan (eutanasia?)... leyes de evolucion darwiniana como la supervivencia del mas fuerte ?... y los débiles ? SOLUCIONES amigo... y no diatribas infertiles
Sa madona des troçJoe Madona, ya sabes lo que pasará en 2030. Que máquina. Tus fuentes y método científico debe ser la hostia.
Esta' claro que esto de las renovables es un pufo,un grandísimo negocio, subvencionado y con grandes comisiones
A mi desde el momento en que va acompañado del GOB, ya me tira para atrás lo que pueda decir este hombre. El GOB lleva años viviendo del cuento. Solo lo veis activo cuando gobierna la derecha. Si está la izquierda suelta alguna pataleta para disimular y punto. Y en la conferencia de este sr o se apuntan para llevarse parte de la gloria y este sr es de la misma cuerda
Hola.Vuelvo a insistir¿ Cuántos libros, artículos, podcast o información, tenéis sobre del Decrecimiento?Yo, muchísima, y también de lo contrario.Plantea Antonio, el futuro, qué es, no el que te gustaría que fuera.Qué deseas¿ Qué nos engañe? Que nos diga* lo bien que lo estamos haciendo, seguid por ese camino o prefieres oír la verdad, pero no la mía, no sólo la de él, sino la de miles de científicos como Antonio, que nos llevan avisando desde hace años, de que no podemos seguir así, que estamos destruyendo, lo que nos mantiene VIVOS, porque cada uno de los ecosistemas, están siendo destruídos , en nombre del *supuesto progreso humano*, más bien en nombre del Capitalismo, qué necesita crece y crecer y crecer, sin límites ni ética ni moral alguna y de una manera antinatura, porque que yo sepa, todos nacemos, crecemos y maduramos, pero no crecemos indefinidamente, salvo de una manera mental y colectiva.Hablas de * Utopía*, y precisamente, la utopía es eso, que es muy difícil de alcanzar, pero que nos permite avanzar, por eso está en el horizonte, pero es necesaria para seguir y llegar.Es lícito tener miedo al cambio, pero yo prefiero tener algo que no tener nada, que no conservar nada, si seguimos por esta senda. Hoy nos venden la panacea:la dieta, energía, práctica agrícola, hábitos , ropa, que salvará el planeta, cómo si fuéramos algo externo a la Tierra, hoy todo es sostenible, e insostenible, para la vida... Son, soluciones mágicas, puro marketing, para que todo siga igual , y nada cambie, es decir nuestro estilo de vida ese, qué es sagrado e intocable, aunque nos lleve hacia dónde todos sabemos.Decrecer no es comunismo, ni marxismo, mi historias d esdas.Pensad en otro imaginario y dejad la política a un lado, que lo que está en juego no tiene que ver con derecha o izquierda, sino con nuestra vida y la del resto de seres vivientes.Es algo tan sencillo de ver. Si buscar el bienestar de la mayoría, es tener ideología, yo, la tengo , y a mucha honra.
baned ildefonso machucaPues vamos allá. Esto puede ser un poco largo: Democracia directa es un sistema donde el papel parlamentario recae directamente sobre la sociedad. Esto es, que todo el debate político en el que hacemos de meros espectadores acabaría siendo votado por todos. Puede que antiguamente fuese imposible hacer sufragios cada dia/semana/mes pero actualmente y con la tecnología existente podríamos votar incluso desde la parada del autobus. Este sistema tendrá sus pros y sus contras pero desdeluego no nos iran colando cosas que obviamente la mayoría rechaza y que los políticos (por mantener el poder nos hacen tragar). Anarquia funcionarial, donde su propio nombre lo indica reducir la opción política a su mínima instancia. Dios apenas nos dio 10 mandamientos y a mi hay como 6 que me sobran. Recordemos el caso de Bélgica donde estuvieron 200 dias sin gobierno y no pasó absolutamente nada. Socialismo descastado: Fomentar la presión social sin viciarla. Establecer un tercer poder de facto en la sociedad y considerar que hay que preservarlo y cuidarlo. Aqui con tanto que nos llenamos la boca con la educación nadie nos enseña que tenemos un deber para con la sociedad y que si no somos enérgicamente activos estamos depositando nuestro futuro en las manos de unos pocos que basandose en ese poder cometen abuso. Principalmente el socialismo que subyace en su benévola apariencia de sociedad se permite el lujo de privilegiar a sus testaferros y retroalimentarse de ellos creando una casta empresarial a la que acaba sirviendo aun en detrimento de todos. No debería permitirse que eso ocurriera y solamente con presión social puede evitarse. Y por último el capitalismo sincero, con libre competencia precisa de una legislación y una vigilancia continuada donde los casos de corrupción fuesen severamente castigados. Principalmente eso de las puertas traseras, la prevaricación, sobornos e intervencionismos en el mercado. Si lo del capitalismo te gusta, seguro que estarás encantado de competir en igualdad de condiciones con cuarenta millones de congeneres. (Lo ibas a flipar en colores por lo que es capaz de aguantar la gente para llevarse un mendrugo a la boca). Todos los sistemas tienen un punto en común. La clase política tiene que cambiar y perder poder. Por eso estamos como estamos.
Pruneitorhola... si quizas mucha quejadera de lado y lado... PERO SOLUCIONES:.. ninguno las aporta... entonces ?
Vergonyahola... cuales sistemas... por favor ilustranos !