Las condiciones contemplan incrementos salariales del 4 % de 2023 a 2025, además de un 2 % más de subida de carácter indemnizatorio por la inflación para este año. Una subida global del 14 % que es la misma que se pactó en el preacuerdo tumbado en mayo por la Asamblea de trabajadores. También se incluyen cláusulas como el aumento de los pagos por kilometraje y dietas, doce horas de visita al médico, mejoras en las condiciones de las vacaciones o la obligatoriedad de pactar el exceso de jornada en los tres primeros meses del año. Se trata de las mismas condiciones firmadas en el preacuerdo de hace un mes; la única novedad al respecto -y el elemento que a la postre ha supuesto un cambio decisivo para desbloquear las negociaciones- ha sido la inclusión de un día de asuntos propios con sueldo una vez al año.
Las fechas para las jornadas de huelga, para las cuales ya se habían solicitado los permisos, incluían movilizaciones en el Aeropuerto de Palma (27 de junio); Polígono de Son Castelló (28 de junio); Polígono de Can Valero (29 de junio) y Polígono de Marratxí (30 de junio).
Patronal y sindicatos del sector del metal retomaron hace dos semanas las negociaciones sobre las subidas salariales. El objetivo en ambos frentes es el mismo: acercar posturas al menos lo suficiente como para desactivar la nueva tanda de huelgas, que debía arrancar con una movilización en la zona de salidas del aeropuerto de Son Sant Joan. Con esa amenaza como telón de fondo, las conversaciones se reiniciaron en la sede del Tamib para intentar salir del «bloqueo» en el que se encontraba la negociación, en palabras de los portavoces sindicales.
El desacuerdo en la subida a partir de la cual se deberían retomar las conversaciones es lo que había motivado el estancamiento: la patronal ofrecía el mismo incremento pactado en el preacuerdo que luego tumbaron los trabajadores en Asamblea (12 % de subida directa en tres años más un 2 % este año indemnizatorio por la inflación); los sindicatos, por su parte, rechazaron una propuesta que no obtuvo el respaldo de las bases. Su intención desde un principio era que la subida del 14 % preacordado fuera un mínimo no rebajable en las nuevas negociaciones y, a partir de ahí, alcanzar una subida mayor que satisficiera a los trabajadores.
Las conversaciones se han llevado a cabo esta vez sin la presencia del conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball en funciones, Iago Negueruela, que ejerció de mediador en el encuentro previo a la firma del preacuerdo tumbado en mayo. En ese momento -justo al filo de las elecciones y con una concentración en el aeropuerto en el horizonte al igual que ahora-, Negueruela auspició un compromiso entre ambas partes que no llegó a buen puerto.
2 comentarios
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El acuerdo al que se llegó en las negociaciones del metal es más que decepcionante; la precariedad se ha extendido por completo y resulta irónico que aquellos que supuestamente luchan por salarios dignos estén lejos de disfrutarlos. Ojalá aquellos que dicen luchar en nuestro nombre pudieran experimentar la realidad de esos salarios
Un acuerdo muy malo no es nada bueno para el sector volviendo ha dejar la diferencia salarial entre peones y oficiales en una miseria así nunca nadie va ha querer subir de categoría con sus consecuencias más vale ser vago sin responsabilidades, y para los oficiales está subida en ridícula porque con el b ya basta, no? Que les pasará cuando se jubilen presentaciones bajas