Adrián Gordillo lleva casi dos años residiendo en Dublín.

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Son cientos de miles los españoles que ya han votado para las elecciones del 23J. No solo aquellos que han optado por el voto por correo, también muchos de los españoles residentes en el extranjero han ejercido ya su derecho al voto en las embajadas españolas repartidas alrededor del mundo. Entre ellos, sin embargo, no se encuentra el mallorquín Adrián Gordillo (Palma, 1998), quien denuncia que un error de información en la embajada de Irlanda se lo ha impedido: «He querido ejercer mi derecho y no me han dejado»

Adrián Gordillo, antiguo vecino de la barriada de Son Oliva, lleva casi dos años residiendo en Dublín. Partió de Mallorca hacia Irlanda para mejorar el inglés y expandir horizontes. Ya integrado en la cultura irlandesa y con el idioma bajo control, este año ha afrontado sus primeras elecciones viviendo en el extranjero. «Poco después de que Sánchez compareciese y anticipase las elecciones, fui a la Embajada Española en Irlanda para informarme del procedimiento a seguir, porque no me quedaba claro lo que se explicaba en la web. Me sorprendió que el joven que me atendió me hablase en inglés y no en español, pero no hubo problema», relata. El trabajador le informó que tenía que acudir presencialmente del 15 al 20 de junio en el horario establecido con el DNI o pasaporte y una prueba de residencia en Irlanda, sin necesidad cita previa.

Firme en sus valores, Adrián tenía el voto muy pensado y decido y acudió con todas las ganas a votar el 20 de julio, tras volver de viaje. Sin embargo, al llegar a la mesa electoral, le advirtieron de que no aparecía en el censo. «Me dijeron que no podía votar porque no estaba en el censo y que el plazo para inscribirse se había cerrado el 30 de marzo, ¡cuando aún no se habían convocado las elecciones generales!», critica Gordillo. Lo cierto es que la Embajada sí que abrió un nuevo plazo extraordinario -del 5 al 12 de junio- para que los españoles pudieran inscribirse y poder votar, pero no informaron de ello a Adrián en su primera visita informativa a la Embajada. «Por un error informativo e incompetencia del personal me he quedado sin poder ejercer mi derecho al voto. Yo quería votar, tenía muy pensado y decidido mi voto, pero se ha quedado en nada», lamenta.

«No he podido votar por la falta de información de la embajada, aunque acudí en persona para evitar precisamente malentendidos», incide. Muy a su pesar, el mallorquín no podrá votar el próximo Ejecutivo español, aunque ya ha solicitado su ingreso en el censo electoral de Irlanda en vistas de una posible repetición electoral o para evitar problemas de cara a dentro de cuatro años.