El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, el día de su toma de posesión. | Jaume Morey

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El presidente del Parlament de Balears, Gabriel Le Senne (de Vox) afronta el inicio del curso parlamentario –la próxima semana se reunirá la Mesa, se analizarán los asuntos que se han presentado durante julio y agosto y se organizarán las diferentes comisiones– después de «haber desconectado un poco» y agradeciendo «el trabajo de los funcionarios que me han salvado la papeleta» y «me han llevado un poco en volandas» mientras le tomaba el pulso a a la institución que preside gracias al acuerdo de su grupo y del PP. Acaban de cumplirse dos meses. Y, por el camino, también ha cambiado la presidenta del Congreso de los Diputados.

¿Ha tenido ocasión de hablar con Francina Armengol?
—No, la verdad es que no. Pero bueno, siempre es motivo de alegría que sea alguien de aquí aunque , al mismo tiempo, es motivo de tristeza que sea un adversario político.

¿Qué le parece el uso de las diferentes lenguas oficiales ?
—Aquí, en el Parlament, se hace con toda naturalidad. Y allí es un poco más opinable. Personalmente me parece que teniendo un idioma común que hablamos y entendemos todos es una complicación innecesaria. Se entiende que se utilicen para una cita, un poema, algo así pero..., no sé... si uno se pone a hablar en euskera y no le entienden...., será complicado. Y será un dispendio en traductores.

El otro día Francina Armengo y Ximo Puig pactaron referirse al valenciano además del catalán
—Es que el Estatut de su comunidad alude al valenciano.

¿Y en relación a la lengua de las Islas?
—Bueno, aquí el Estatut dice catalán, así que legalmente no hay discusión; aunque sí, existe ese debate. Pero prefiero no entrar en polémicas porque me entrevista como presidente del Parlament y represento a todos.

¿No hay previsto debatir alguna iniciativa para incorporar otro nombre para referirse a la lengua de Balears?
—No me consta. Posiblemente a Vox le gustaría, pero no me consta que se vaya a impulsar nada parecido. No lo sé.

En dos meses se ha presentado en el Parlament miles de preguntas al Govern, decenas de proposiciones no de ley y otras iniciativas. ¿Cómo se va a administrar todo eso?
—La Mesa se va a reunir próximamente y parece que tenemos mucho trabajo. Las tramitaremos y las trasladaremos a quien corresponda.

¿Cómo afronta este inicio de legislatura?
—Tengo que empaparme de las cuestiones técnicas, soy abogado pero nuevo en el Derecho parlamentario.

Todavía no ha nombrado a nadie para su equipo.
—De momento no pero estamos en ello. He puesto toda mi confianza en el personal de la casa y me dejaré guiar. En estos primeros días me han salvado la papeleta. De momento estamos trabajando bien y, lo que es más importante, ahorrando dinero público.

Pero hay cuestiones que son políticas. ¿Cómo se organizará la Oficina de Derechos Lingüísticos? La dirigirá Vox pero depende del Parlament
—Ese fue el acuerdo entre los dos partidos. Tengo entendido que empezará a funcionar en enero de 2024.

¿Afectará la investidura del presidente del Gobierno a las relaciones PP-Vox aquí?
—La relación entre el PP y Vox es buena y seguirá siéndolo.

¿Por qué no asistió al acto con los niños saharauis que se celebró en el Parlament?
—Porque tenía aquí, al mismo tiempo, al jefe de la Guardia Civil y tenía que recibirle. Por eso delegué en los dos vicepresidentes.