En esta línea, si tenemos en cuenta la curva entre 2010 y 2019, el Teléfono atendió a 355 personas por temática suicida, pero solo en el periodo 2020-2023 fueron 672 consultas. Es decir, que las cifras casi se han duplicado en estos últimos tres años y medio. «La escucha activa es rentable y sería importante reducir la tasa de suicidio», subrayó ayer el voluntario Lino Salas, acompañado por la presidenta del Teléfono de la Esperanza, Antònia Torres.
La entidad ha presentado este martes los datos de los llamantes en el último semestre así como una comparativa de 2010 a 2019 y de 2020 a 2023, con motivo de la celebración del 10 de septiembre, Día Mundial de la Prevención del Suicidio. El Teléfono de la Esperanza está recibiendo 14 peticiones de ayuda al día, unas 430 al mes. Este dato es relevante si lo comparamos con cifras previas a la pandemia cuando atendían tres llamadas al día.
Perfil
Según el estudio, crece el número de personas que viven solas (solteras, separadas, divorciadas o viudas) que llaman para pedir ayuda. Entre enero y junio representaron el 73 % de las consultas totales. Y el 10 % expresa que vive en soledad o en incomunicación.
Sin embargo, llaman de nuevo la atención los llamantes menores y jóvenes. Si antes de la pandemia hubo 71 comunicaciones, el año pasado fueron 488. Entre los problemas que verbalizaban, la mayoría padecía soledad (10%), trastornos de ansiedad (7,9%) o depresión (7,7 %). El 76,3 % expresaron satisfacción al finalizar la llamada.
La campaña de este año lleva por título Saber escuchar es vital. Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, desde el día 7 al 21 organizan en la sede de la Fundación CaixaBank una presentación de la labor del Teléfono de la Esperanza con el fin de animar a la gente a hacer voluntariado.
Punto de vista
Preocupación por las llamadas de menores y jóvenes
2 comentarios
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Asusta ver la cantidad de gente joven drogada, vapeando, etc. Es muy triste.
Antiguamente la gente de clase trabajadora apenas viajaba, como mucho iban a la ciudad o a la capital. La vida era dura y la comida escaseaba, se suicidaban por problemas gordos o asuntos muy vergonzosos que los podían convertir en parias. No sé si habréis escuchado ese proverbio que dice "Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles, los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles".