Toni Bauzá, de Tardor. | Click

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Toni Bauzá, junto con Jony Darder y Carol Senders son las cabezas visibles del comedor social Tardor, Centro de atención familiar y de los Llar Inge y Kurt, estos funcionando -muy bien, dicho se de paso- gracias al trabajo que está llevando a cabo Ascen Sala y Joan Mateu.

¿Cómo se presenta el otoño-invierno?
-Yo no hago el cálculo a tan largo plazo, puesto que de aquí a noviembre vamos a tener muchos problemas. En realidad los estamos teniendo ya, porque, ¿has visto los precios? Me refiero a los del aceite, gasolina, ambos básicos en la vida… Pues bien, eso hace que una persona que gana mil euros al mes, y tenga que comer y pagar el alquilar y los desplazamientos, no puede. O una madre separada, con dos hijos, a quién su marido no le pasa ni un céntimo, que las hay, ¿cómo se las arregla para sacar adelante a los niños, comer, vestir, pagar el alquiler, la luz, el agua…? O un matrimonio de jubilados, que antes les bastaba, pero que ahora no les llega. O el parado de larga duración. O el inmigrante en situación ilegal porque los papeles tardan en darle la legalidad, por lo que ha de cobrar en negro, menos que cualquier trabajador…Mientras tanto, en este país seguimos hablando del Caso Rubiales, de los idiomas del Congreso de Diputados, de los pinganillos y traductores, de Sedición y Amnistías, para lo que si hay tiempo y dinero, en vez de estudiar cómo poder nivelar la cada vez mayor descompensación de lo que gana un trabajador, o un parado, y lo que le cuesta vivir. Eso, por lo que vemos, no importa. Como tampoco importa ver que cada vez, en determinados puntos del país, hay más ancianos jubilados que jóvenes trabajando, o que la deuda externa, ya que los estados viven a consta de pedir, es cada vez mayor, y que, cada vez también, a empresarios y autónomos, que son los auténticos creadores de empleo, los machacan a impuestos, mientras que, también cada vez más, aumentan los chaqueteros, enchufados y paniaguados. Y luego, en el último peldaño, estamos nosotros, los comedores sociales, cuatro románticos que sacando dinero de donde podemos, tratamos de que la gente se lleve su razón de comida, con la particularidad de que muchas de las personas que acuden a los comedores sociales lo hacen sin el correspondiente Certificado de Vulnerabilidad, requisito exigido por la Comunidad Europea que es de donde nos llega parte de la comida que damos.

-¿Por qué no tienen ese certificado?
-Porque tienen una paga, de seiscientos o setencientos euros, o incluso de menos, lo que les deja fuera del certificado. Pero es que resulta que con eso no pueden pagar el alquiler, la luz, el agua, la habitación.

-¿Y qué hacen ante casos como estos?
-¡Pues que vamos a hacer…!Darles de comer! ¿Cómo puedes negarle un plato de comida a una persona que llega desesperada porque el dinero se le ha ido en otros gastos? Y eso pasa ahora, que antes del verano de 2.024, casos como esos habrá más que ahora, pues serán muchas las empresas habrán cerrado, ya sea por la inflación, ya sea por los impuestos, lo cual se traducirá en más gente sin trabajo. Pero… Mejor hablar de Rubiales que de esas 37.000 personas que lo pasan mal por falta de ayuda a la dependencia, de lo cual se está dando cuenta el pueblo. Sí, se da cuenta de que cada vez menos el político defiende al pueblo llano, y eso se traduce, como digo, en más empresas que cierran, más empresas que se van, además científicos y trabajadores que se marchan a otros países porque aqui no hay futuro. Si, nos queda el turismo, pero este, pese a todo, no puede evitar que España se siga empobreciendo, o lo que es lo mismo: que cada vez sean más los ancianos que los trabajadores.

-Volviendo a ustedes, a Tardor, ¿qué abarcan?
-Por ahora, el comedor social, el almacén y centro de Alimentación familiar, los dos llar, Kut, en el Polígono, y General Riera.

-¿Y con qué ingresos cuentan?
-Por parte del Govern, en los dos últimos años, con 50.000 euros por año. Me refiero al Govern anterior, que este no sabemos si nos seguirá ayudando. Luego está lo que recibimos de la Fundación Kalonge, Yatching Gives Back, algunos supermercados.

-¿La gente que viven en los Llars, pagan?
-En los Lars viven 110 personas, pero, ¡ojo!, no todas pagan, y los que pagan. Pues hay diferentes costes, como es el caso de los niños que viven en ellos con sus madres.

-¿Y qué gastos tienen?
-Comida aparte, pues la que recibimos de la CE no es suficiente, en alquileres de inmuebles, 3.500 (Kurt), 1300 (Inge), 1192 (Comedor social), 1500 (Almacén y centro de atención familiar), poco más o menos que unos 7.000 euros al mes, a lo que hay que sumar la adquisición de tappers para servir la comida, más los impuestos de Hacienda, basuras, recibos del gas, la luz, el agua, mantenimiento de furgonetas con las que transportamos la comida, reparaciones varias, seguros, etc.

-¿Y cuánta comida sirven?
-En el comedor, diariamente, 365 servicios, más otros 150 para los dos llars, y a ello sumemos los 1956 que donamos desde el centro de Atención familiar, comida que las familias se llevan para todas la semanas.