El titular de la patente es el IB-Salut, el Institut d'Investigació Sanitària de les Illes Balears (Idisba) la gestiona y la empresa mallorquina Remex, con casi 50 años de experiencia en la distribución de material médico, tiene la licencia de fabricación y comercialización. Los inventores y Antoni Nicolau padre (presidente de Remex), Antoni Nicolau hijo (vicepresidente) y Abel Pérez (CEO de la empresa) se muestran muy esperanzados con la viabilidad del dispositivo. A la espera de concluir la fase de certificaciones, las expectativas son una futura comercialización en los mercados europeo, americano y asiático. Para la comercialización del separador, que se denominará Smartaid, Remex ha creado la filial Mallorca Medical Devices.
Xavier Molina explica el origen de todo: «En nuestro trabajo como cirujanos, sobre todo en la zona abdominal, nos faltaba una herramienta para separar tejidos y órganos. Los separadores utilizados hasta ahora son muy poco prácticos y pueden causar daños al paciente. Morón y yo nos pusimos en contacto con con Brogi y Romo para desarrollar un nuevo dispositivo que fuera sencillo, económico y práctico a la hora de intervenir en cavidades abdominales a través del trócar, el instrumento que permite el acceso a esas cavidadeso».
Desde el pasado marzo, con el primer prototipo funcional impreso en 3D, todo este equipo de profesionales ha ido realizando pruebas de diseño, materiales, durezas y texturas hasta dar con el dispositivo definitivo, de poliuretano termoplástico con un compuesto de poliamida, que es biocompatible con el cuerpo humano. Además, en caso de una incidencia, es detectable con una radiografía. Ha sido probado en animales y cadáveres, con excelentes resultados, y ha sido presentado en congresos médicos nacionales e internacionales, siempre con muy buena acogida.
Molina destaca que «el dispositivo ha sido diseñado por médicos para médicos que lo necesitan y sólo se ha precisado de un fabricante. Se trata de un producto mallorquín fabricado por una empresa mallorquina».
Los responsables señalan que «con el Smartaid, el cirujano gana tiempo y se ahorra trabajo con un separador más práctico, y el paciente corre un menor riesgo de daños. El Smartaid no se limita a la cirugía abdominal, pues su uso puede ampliarse a la de colon, estomacal, urológica, ginecológica o torácica. Entre el 80 y el 90 % de las intervenciones quirúrgicas son laporoscópicas».
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