Opositores en la Universitat de les Illes Balears (UIB) el pasado junio. | Emilio Queirolo

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Funcionaris Docents Units, un grupo de WhatsApp con 1.024 miembros, el número máximo permitido por la aplicación, ha declarado formalmente la guerra contra la Conselleria d'Educación y los sindicatos del sector. Los componentes, que al sobrepasar el millar tuvieron que crear otro grupo adicional, que el lunes por la tarde sumaban 245 participantes, han convocado una protesta el sábado en la Plaza de España de Palma para exigir un Concurso General de Traslado en el que los funcionarios puedan elegir su plaza antes que los profesores estabilizados sin tener una oposición, unos 2.600 este verano en Baleares.

Muchos docentes mallorquines desplazados en otras islas, sobre todo en Ibiza y Formentera, temen que tengan que quedarse más tiempo fuera; otros, ante la escasez de puestos en los centros de Mallorca tras la estabilización masiva, tienen miedo de que les pasen por delante y deban marcharse. Mientras profesores que, aun teniendo años de experiencia, no se han sacado nunca una oposición han podido quedarse en Mallorca porque acumulan más puntos, muchos otros, que sí la han aprobado este verano, se han tenido que ir. Esta situación ha generado una polémica que se arrastra desde julio, y que los perjudicados critican que se haya dejado pasar hasta el último momento sin darles ninguna solución y ante una clara falta de transparencia. Sin embargo, el lunes se plantaron.

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La Mesa Sectorial d'Educació, conformada por sindicatos y la Conselleria, acordó incorporar el máximo de plazas para el concurso de traslado y se comprometió a buscar soluciones para los desplazados con casuísticas personales o familiares complejas, como la de Carla Andrade, que va y viene de Ibiza y Mallorca cada día para conservar su plaza docente y seguir viendo así a su marido y a sus hijos diariamente y evitar más gastos alquilando un piso. Es lo mínimo, según explican diversos afectados miembros del grupo que prefieren mantener el anonimato. «Hasta ayer teníamos esperanzas, pero ya no, no han tenido en cuenta ninguna de nuestras propuestas, y no tenemos más remedio que salir a la calle», explica uno de los impulsores de Funcionaris Docents Units, que también prefiere evitar decir su nombre.

En el grupo se criticó que el Govern no haya especificado cuántas plazas habrá en el próximo concurso, y el enfado con los sindicatos es tan grande que ya se ha hablado de darse de baja como afiliados en señal de protesta. «Muchos sindicalistas eran interinos que fueron estabilizados y no les interesa que se cambie el orden del proceso», recuerda una de las fuentes consultadas. Los afectados reclaman que los estabilizados sean los últimos en escoger una plaza y que los primeros sean los funcionarios de carrera, seguidos por los funcionarios en expectativa, en prácticas y los estabilizados con oposición aprobada pero sin plaza. «No estamos en contra de los que han querido estabilizados, no debemos ser hipócritas, pero sí que censuramos el proceso de estabilización y que se haya establecido este orden», aclara el impulsor del grupo consultado. La misma situación se ha producido en la Comunitat Valenciana y Galicia, donde también se prevé una movilización.