Alfonso Jaume, presidente de Dentistas Sobre Ruedas. | Pere Bota

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El proyecto arrancó en 2017 en Senegal y el próximo día 7 de diciembre será una realidad: se inaugurará el primer centro hospitalario creado por la fundación mallorquina Dentistas Sobre Ruedas. Este espacio se encuentra en Missirah, una pequeña aldea situada al sur del país y base principal de las misiones de esta entidad sin ánimo de lucro, desde 2007.

La semana que viene medio centenar de voluntarios (sanitarios, dentistas, oftalmólogos, educadores, logística y traductores) viajarán a Senegal para llevar a cabo proyectos sociales y, además, para la esperada inauguración de la Casa de la Salud, a la que asistirán expertos sanitarios de España y autoridades locales como el asesor del presidente senegalés, Macky Sall.

El terreno donde se levanta el centro fue una donación del consitorio local a Dentistas Sobre Ruedas en 2016 y han tardado todos estos años en construir la instalación. «Este próximo viaje será especial. Vamos a abrir un centro hospitalario que, además de sanitario, será educativo, artístico, ecológico y sostenible. Es una utopía para nosotros que hemos intentado hacer realidad en un pueblo como Missirah», destaca uno de los fundadores de Dentistas Sobre Ruedas, Alfonso Jaume.

No se imaginaba que desde que pisara por primera vez Senegal en 2007 acabaría la entidad siendo un referente a nivel estatal como ha pasado. En este año, la fundación ha movilizado a un «centenar» de voluntarios de todas partes de la Península para colaborar en alguno de los tres proyectos que tienen: Adama, proyecto dental solidaria Coloma-Vidal y proyecto Sonrisa Sobre Ruedas.

Prótesis dentales

La Fundación cuenta con un amplio equipo de especialistas en odontología digital. De hecho, ya han fabricado férulas quirúrgicas para ponerlas como implantes a la población que requiere dientes, porque, según Alfonso, «de esta forma las cirugías son más sencillas y podemos llegar a más gente». Desde su punto de vista, «el principal problema que he notado todos estos años es la falta de educación y de higiene. Intentamos incidir en la limpieza de dientes para evitar caries, ya que la población consume azúcar».

Al día, pueden acudir entre 20 y 30 senegaleses de esta zona (Missirah) a las consultas. Así, la Fundación intenta tener equipos de voluntarios cada 15 días. Además, forman a sanitarios senegaleses. Las condiciones de alojamiento para los voluntarios eran escasas, aunque entendían que la función era cooperar, no el descanso. Pero, en palabras de Jaume, «al disponer de un centro propio evitamos tener que montar, cada vez que vamos, un campamento base. Esto conllevaba que los técnicos de la Fundación tuviesen que ir una semana antes a montar todo para nuestra llegada».

Pero en este próximo viaje, que culminará día 9 de diciembre, tampoco habrá tiempo para descansar. Tendrán que sacar las donaciones de los camiones, atender a la población y celebrar el centro made in Balears.