El estudio, realizado a lo largo de cuatro décadas y que ha evaluado 638 especies animales, concluye que las áreas protegidas no son capaces, por sí solas, de revertir la pérdida de diversidad biológica.
Aunque las áreas protegidas se consideran esenciales para combatir la disminución de biodiversidad, las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que tan sólo una pequeña proporción de aves, mamíferos, plantas y fitoplancton estudiados se beneficia explícitamente de la protección en estas áreas.
En el mejor de los casos, estas reservas naturales logran una desaceleración del declive poblacional de algunas especies, aunque este efecto no es uniforme en todas ellas, por lo que resulta una solución incompleta y parcial.
Los resultados indican que el tamaño del área y el tiempo de aplicación de las medidas protectoras son factores cruciales para mejorar los resultados en términos de conservación. La protección de pequeños espacios no detiene la pérdida de especies, por lo que «no se pueden esperar milagros», destaca la investigación.
El estudio concluye que, aunque las áreas protegidas son valiosas para proteger especies, hábitats y ecosistemas sometidos a constantes cambios debidos a factores globales, requieren una atención cuidadosa. Hace un llamamiento urgente a la comunidad científica y a los responsables de políticas ambientales, subrayando la necesidad apremiante de medidas concretas como ampliar las áreas protegidas, mejorar su conectividad y afinar su gestión, así como realizar evaluaciones rigurosas de su efectividad, a fin de maximizar su impacto en la conservación de la biodiversidad.
2 comentarios
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No nos engañemos, lo mejor para la preservacion de la biodiversidad, fue el Covid.
I al damunt els PPeperos i VoSSxeros aniquilant tot ésser viu a tot espai rústic i natural. Poseu fil a l'agulla per respectar la flora i fauna de ses nostres illes, politicutxos IM-PRE-SEN-TA-BLES !!!