Dos alumnas usando el teléfono móvil. | Teresa Ayuga

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El debate sobre el uso de los teléfonos móviles y su impacto nocivo, tanto dentro como fuera de los centros educativos, es uno de los temas más destacados de este inicio de curso. Incluso un movimiento espontáneo de familias, con más de 2.200 miembros en Baleares, defiende que se evite regalar un smartphone a sus hijos antes de que cumplan los 16 años y que se regulen en la enseñanza. Ante esta situación, el Govern ha decidido actuar y propondrá al sector limitar «al máximo» el uso de los móviles en los centros educativos de las Islas.

La idea, según explican fuentes de la Conselleria d'Educació, es consensuar una instrucción que, posteriormente, se enviará a todos los centros. El documento, previamente, pasará por las mesas sectoriales con los sindicatos y directores. Además, se prevén excepciones sobre el uso del teléfono en los centros como, por ejemplo, un alumno diabético que tenga un dispositivo conectado a una aplicación del móvil. Lo mismo ocurrirá con enfermedades o motivos puntuales similares, señalan las mismas fuentes consultadas. La instrucción estará dirigida a colegios e institutos, donde el abuso de los móviles genera más problemas.

Ejemplo andaluz

El conseller d'Educació, Antoni Vera, ha tomado como ejemplo la decisión de la Junta de Andalucía, que esta semana anunció que limitaría el uso de móviles en las aulas. Vera, de hecho, está en contacto con la consejera andaluza de Desarrollo Educativo, Patricia del Pozo, que también es del PP. Su gobierno explicó que hará unas instrucciones donde se instará a los centros a que recojan en sus reglamentos «la limitación del uso del mismo tanto en las horas lectivas como en el tiempo de recreo y de actividades complementarias y extraescolares».

A falta de una normativa autonómica común sobre este tema, son muchos los centros de Baleares que ya han regulado el uso de los móviles en los centros, pero la Conselleria, con su apuesta, quiere tomar cartas en el asunto para limitar de forma generalizada los impactos negativos.

El debate incluso llegó al Parlament esta semana, cuando todos los partidos acordaron pedir al Ejecutivo balear que haga un estudio del uso de los móviles entre el alumnado de las Islas y que ponga en marcha un plan piloto, de acuerdo con los centros educativos, que son los que en última instancia deben decidir sobre este asunto, para limitar el uso de los dispositivos digitales en las aulas, minimizando así sus efectos negativos y aprovechando los estrictamente pedagógicos. Sobre la petición, desde la Conselleria comentan que se está analizando.

Más de 6 horas enganchados

En general, los adultos en España dedican unas 4,8 horas al día de media por persona a emplear el teléfono, pero el 36,7 % de la población en la franja de edad de 12 a 17 años pasa más de seis horas al día. Los problemas relacionados con el abuso de dispositivos móviles entre los jóvenes soy muy diversos, como el bajo rendimiento escolar, la ansiedad o el aumento de los casos de bullying y ciberbullying. También facilitan el acceso a contenido pornográfico y violento que luego imitan en el centro o al acabar la jornada escolar.

Actualmente, el móvil es un regalo habitual a los 8 años y es casi imposible encontrar un alumno sin móvil cuando se estrena en el instituto, con 11 o 12 años. Todo ello a pesar de las advertencias de los expertos, entre ellos los policías tutores, que relacionan directamente el aumento de las agresiones sexuales con el consumo de porno a los 7 años, de media, por la falta de control parental.