Desde el siglo VIII al XII, los vikingos, pobladores del norte de Europa, principalmente de Escandinavia, saquearon diversas partes del continente, aunque también negociaban y comerciaban.
Sus objetivos principales eran obtener un sustancioso botín, mujeres y esclavos. Para ello realizaron a lo largo de varios siglos numerosas incursiones en gran parte de Europa septentrional, pero en ocasiones llegaron a la Península Ibérica y se adentraron en el Mediterráneo.
La primera fuerza vikinga que llegó al Mediterráneo fue la comandada por Björn Ragnarsson a mediados del siglo IX y que es evocada con todos los tópicos acerca de este pueblo: saquear y arrasar todo lo que encontraban. Algeciras, Catalunya, el sur de Francia, la península itálica, Sicilia y el norte de Africa sufrieron sus incursiones. Evidentemente, Baleares estaba en medio de toda esa vorágine y no fue ajena a las acciones de los vikingos, hasta el punto de despoblar las Islas.
A principios del siglo XI, ya con la dominación islámica, una incursión de normandos descendientes de escandinavos atacaron el reino de Denia y Baleares.
Tal vez, la incursión vikinga de la que se tiene más información es la de Sigurd I de Noruega. Realmente, lo que había iniciado este rey vikingo, como monarca cristiano, era una cruzada desde Noruega en el año 1108, atravesando el Estrecho de Gibraltar y navegando por todo el Mediterráneo. Antes de llegar al Mare Nostrum, Sigurd y sus huestes (6.000 hombres en 60 barcos) pasarían largas temporadas en el sur de Inglaterra y Santiago de Compostela. Al llegar a la costa portuguesa, ya tuvo que enfrentarse con los musulmanes para conseguir provisiones y seguir su convicción de combatir a los infieles.
Lo mismo ocurrió, ya en la primavera de 1110, en Formentera, Ibiza y Menorca, donde Sigurd arremetió contra los pobladores sarracenos. También invadió Mallorca, pero desistió de intentar tomar Madina Mayurqa al verla fortificada. Una aportación de este episodio es que en las sagas vikingas aparecen, por primera vez, los nombres de las Islas en una lengua germánica: Maiork, Menork o Manork, Iviza y Forminterra.
Sigurd llegó a Tierra Santa en otoño y ayudó al rey cristiano de Jerusalén, Balduino I, en la conquista de la ciudad de Sidón.
En 1111, Sigurd dejó Tierra Santa y desde Constantinopla emprendió el regreso a Noruega por vía terrestre, cruzando el continente a través de las actuales Bulgaria, Hungría, Polonia, Baviera (Alemania) y Dinamarca. Llegó a su país con sólo cien hombres, aunque pequeños grupos de sus tropas iniciales retornarían con posterioridad.
Con el ataque vikingo de Sigurd a Balears, no se acabó la tranquilidad para los habitantes de las Islas. Tan sólo cuatro años después, se produjo la invasión pisano-catalana, con un asalto violento a Madina Mayurqa -a lo que no se había atrevido el rey vikingo-, con la idea de acabar con el corsarismo que tenía su base en las Islas.
Después de tomar Eivissa, los pisano-catalanes asaltaron y destruyeron Madina Mayurqa tras un asedio de ocho meses.
6 comentarios
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justicierosTe refereixes als del sur de la península? No s'integren i mos volen fer canviar de llengua
No olvidemos a los catalanes. Y sus quintas columnas locales. Invadir es lo que siempre han hecho.
Los vikingos de hoy no son como los de antes ahora vienen y nos dejan dinero y eso nos ayuda a seguir viviendo
M'estim molt mes esser invadit per es vikingos que per gent del sud o de l'est.
jose SerraCreo más preocupante la ola proviniente de otras zonas, con un asalto directo a la raíz ... Pero bueno, cada cual ve el problema según el interés.
La secunda ola de vikingos ya ha saqueado Santa Catalina.