Las dunas de es Trenc tienen algunas zonas de primera línea en mal estado, pero las actuaciones para favorecer la captación de arena están contribuyendo a la recuperación de la playa.

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El estudio Medición del viento en superficie y transporte de sedimento en un sistema dunar (original en inglés), realizado por Miquel Mir (profesor de la UIB, doctor en Geografía y exconseller de Medi Ambient), Guillem Xavier Pons (profesor de la UIB y doctor en Biología), Irene Delgado (Universidad de Cádiz) y Thom Smyth (Universidad de Huddersfield, Reino Unido) ha sido publicado recientemente en la revista Journal of Marine Science and Engineering.

El trabajo de investigación destaca que la primera línea dunar es esencial en la conservación de las playas. Miquel Mir explica que «en el sistema playa-duna interactúan continuamente factores naturales y antrópicos. Cualquier alteración puede afectar a todo el sistema. A partir de un trabajo de campo en Cala Tirant, en Menorca, hemos estudiado la primera línea dunar y su importancia en todo el sistema. No sólo eso, sino que también hemos monitorizado el canal de erosión, el llamado blowout, que se sitúa detrás de esa primera línea dunar, con morfología propia».

El trabajo de campo ha consistido en la instalación de siete anemómetros a 40 centímetros de la superficie de la arena que recogían información a cada minuto de la velocidad y dirección del viento, con medias y máximas, durante 24 horas. Asimismo, se instalaron 4 tubos de PVC, orientados hacia cada punto cardinal, que actuaban como trampas de captación de la arena-sedimento. Cada hora, estas trampas se activaban durante 20 minutos.

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A partir de aquí, señala Mir, «cruzamos los datos de velocidad y dirección del viento con los del comportamiento de la arena. Las conclusiones son que la topografía del sistema dunar condiciona la incidencia y ejerce un control sobre el comportamiento del viento. Al chocar con la primera línea dunar, el viento pierde fuerza y la arena-sedimento que transporta cae por gravedad. Por tanto, y es la principal conclusión del estudio, esa primera línea dunar tiene una importancia capital para evitar la erosión de la playa. Resulta esencial para garantizar la conservación del sistema playa-duna. En definitiva, con una primera línea dunar en buenas condiciones, la playa tiene más resistencia y recupera mejor su perfil tras un temporal».

Cala Mesquida

Mir detalla que «un sistema dunar bien conservado siempre tiene bien perfilada una primera línea. Todos estos resultados son fundamentales para una buena gestión de las playas, en Balears y en el resto del mundo».

El doctor en Geógrafía indica que «playas de Mallorca con una primera línea dunar en malas condiciones que ha afectado a todo el sistema de dunas las podemos encontrar en es Comú de Muro, Cala Agulla, algunas zonas de Es Trenc, Cala Millor o Santa Ponça. En estas dos últimas playas, así como en la Platja de Palma, los sistemas dunares fueron destrozados por la urbanización inmediatamente anterior a la playa. Sin embargo, las actuaciones realizadas en es Trenc para conservar su sistema dunar y su primera línea, evitando la frecuentación humana en estas zonas, están dando resultados y ya se da una captación de arena que contribuye a la recuperación de la playa».

El apunte

Mantenimiento de la posidonia y regeneraciones

Otro factor a tener en cuenta es el mantenimiento de la posidonia muerta en las playas, fundamental en la conservación de las mismas, sobre todo después de temporales. Miquel Mir recuerda que «el decreto de Posidonia establece los criterios de retirada». En cuanto a las regeneraciones artificiales de playas, Mir opina que «se trata de actuaciones inútiles, pues los temporales acaban llevándose la arena depositada y también el dinero invertido»