Gala Espinosa, de 19 años, durante la entrevista en Palma. | Pilar Pellicer

TW
74

Nadie le advirtió a Gala Espinosa, de 19 años y del Pirineo catalán, que sería tan complicado encontrar un piso en Mallorca. Llegó a la Isla el mismo día que empezó las clases en la UIB. Estudia primer año de Educación Social. Su sorpresa fue que en internet todas las habitaciones en alquiler eran demasiado caras. «Mi presupuesto era de unos 400 euros, pero todo lo que encontraba superaba los 500 euros», explica.

La situación actual de la vivienda en Mallorca ha exprimido al máximo a esta joven, que se plantea el año que viene regresar a la Península. A pesar de que trabaja cada fin de semana, llega ahogada a final de mes. Para esta estudiante, la suma entre el alquiler y los gastos –que no son como los de una familia– sobrepasan a veces los 1.000 euros. Un sueldo. Esta radiografía es la que viven muchos otros jóvenes. De hecho, Gala asegura que «la gran mayoría de mis compañeros mallorquines viven con sus padres y llegan a la UIB desde la Part Forana».

La búsqueda

Sin conocer los barrios, los primeros pisos que fue a ver estaban emplazados en Son Gotleu y en Corea (Camp Redó). «Lo más barato que encontraba estaba en lugares marginados y las habitaciones, en malas condiciones. Llegué a ver cuartos sin ventana. Sabía que en la Isla la situación era complicada, pero no tanto. Es casi imposible que una persona pueda irse sola a vivir. Si en Barcelona es difícil encontrar algo, en Mallorca no hay nada. En los Pirineos, un piso entero son 600 euros», reflexiona.

Entre las sorpresas que encontraba en plataformas, destaca habitaciones minúsculas a precios altos, terceros o cuartos sin ascensor, viviendas sin reformar... pero por suerte encontró un piso aceptable en Pere Garau. Lo comparte con dos personas más. Le sorprende, sin embargo, que «haya adultos que tengan que compartir vivienda, y es más habitual de lo que imaginaba. Me llamó la atención que en los pisos que fui a ver estuvieran conviviendo personas de 40 años o 45 años».

A esto, Gala añade que apenas puede gastar porque dice que «el ocio sale muy caro en la Isla». Ha tenido que trabajar los fines de semana porque la beca universitaria no le basta. «Conozco jóvenes que pagan habitaciones por más de 500 euros, pero desde luego si no tienes apoyo de tus padres, eso no es viable».

El apunte

Los expertos ya avisaron del alza en los precios del alquiler en Balears

Los expertos han augurado un crecimiento del 10 % en el precio del alquiler en Balears, lo que dificultaría todavía más la accesibilidad de cualquier persona a una vivienda. El colectivo de estudiantes, que no deja de ser un tipo de inquilino temporal, se está encontrando con sendas complicaciones hasta llegar a un contrato de alquiler; le piden aval y hasta dos fianzas. Otro problema es que cada vez se destinan los alquileres al turismo, con lo que un grupo importante de ofertas sale fuera del mercado y limita, todavía más, las posibilidades.