Imagen de uno de los aros colocado en un pino. | RD

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La oruga Thaumetopoea pityocampa Schiff, conocida vulgarmente como procesionaria del pino, es una de las plagas más comunes en Baleares a causa del gran número de ejemplares que hay de pino carrasco, su árbol favorito. Este insecto emerge del suelo desde mediados de agosto hasta aproximadamente octubre, momento en el sube a los pinos y crea 'bolsones' para anidar. Luego, en primavera, baja del árbol, convertida en procesionaria y de cara al verano, transformada en mariposa, pone huevos para comenzar el ciclo de nuevo.

Tradicionalmente, las condiciones meteorológicas han hecho que los tiempos sean los anteriormente mencionados; sin embargo, los cada vez más comunes inviernos suaves, con temperaturas altas para la época y falta de lluvia, han favorecido que la especie prolifere con mayor facilidad. El responsable técnico de Sanidad Forestal de Baleares, Luis Núñez, explica que para prever cómo será la temporada actual se toma de referencia la del año anterior: «Este año vamos a tener niveles de 4 y 5, irremediablemente. Vamos a ir cada vez a más, por las altas temperaturas».

«El frío la mata. Puede que se haya adelantado porque no ha hecho frío», opina. Desde el Institut Balear de la Natura (Ibanat) señalan que han notado «un comportamiento anómalo», ya que no están acostumbrados «a ver tanta bajada de la oruga de los troncos». Normalmente la campaña de prevención en las zonas forestales de Mallorca incluye varias actuaciones, desde la eliminación manual de las bolsas, cortándolas y quemándolas, a la erradicación de las mismas con una escopeta, bajo autorización previa.

Asimismo, se aplican tratamientos fitosanitarios con productos autorizados. Concretamente se usa bacillus thuringiensis, un compuesto ecológico que se rocía de manera terrestre en dos tandas. Puede que los 'bolsones' que estén más altos persistan tras el doble fumigado, por lo que, como novedad, este año se ha decidido implementar otro método de prevención para que las orugas no bajen del árbol: unos «aros» que se colocan a la mitad del tronco para atrapar a los ejemplares.

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Por ahora es una prueba piloto que se está poniendo en práctica en varios ejemplares de pino de las 222.000 hectáreas forestales de la Isla. Núñez explica que por el momento se han comprado 40 trampas de este tipo y que «sí van bien», se comprarán 500 más de cara al año que viene. El principal inconveniente que presenta este método es que la población forestal es muy amplia y se requiere un aro por árbol, lo cual es inasumible teniendo en cuenta que el precio de cada unidad oscila los 20-40 euros aproximadamente.

Evolución de la campaña

Además de la colocación de los aros en zonas recreativas Ibanat lleva realizando tareas de retirada y quema de 'bolsones' desde el 9 de enero en Santa Margalida, María de la Salut, Llubí, Selva, Artá, Alcudia, Pollença y Sa Pobla. El Instituto actúa dentro de espacios públicos, entre los que destaca la finca de Sa Duaia, en Artá, donde se está llevando a cabo una intensa labor de retirada de bolsas.

En particular, se han retirado ya 420, ya que la finca cuenta con una zona de pinos repoblada recientemente y éstos son pequeños y jóvenes. Su limitada estatura hace que «sea efectivo hacer el esfuerzo» de quitar el máximo posible de 'bolsones', según apuntan desde Ibanat.

Por otro lado, cabe destacar que durante esta semana se trabajará en las zonas de Lloret, Bunyola, Pont Trencat (Consell), Caubet, Consolació, Fornalutx, Son Tries, Bonany, Pixarells, Coll Baix, y s'Illot, entre otros.