David Gil, conseller electo de Vox, durante su intervención en el pleno.

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David Gil, conseller electo de Vox y portavoz adjunto en el Consell, peleará para evitar la multa si finalmente el Govern le expedienta por apología del franquismo. Se expone a recibir una sanción de entre 2.000 y 10.000 euros por haberse referido al alzamiento militar de 1936 como «cruzada de liberación». Memòria de Mallorca y Podemos han presentado una denuncia en Presidència al entender que esta afirmación incumple la Ley de Memoria Histórica .

El Govern ha confirmado este lunes que está analizando lo ocurrido, pero que aún no ha abierto formalmente expediente disciplinario. «De momento no se me ha comunicado oficialmente que se me haya abierto expediente. Si lo hacen evidentemente presentaré alegaciones, porque entiendo que siempre que no se incite a la violencia cada uno en un debate público puede expresarse de la manera que quiera», dice David Gil.

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El conseller de Vox niega que sus afirmaciones blanqueen el golpe de Estado o inciten a un alzamiento. «Hablaba de cruzada de liberación para reflejar, como buen católico que soy, que el alzamiento se produjo cuando se asesinaba a sacerdotes y monjas», dice convencido de su argumentación. Aunque admite que Franco protagonizó el alzamiento militar, considera que hablar sobre su motivación no puede ser considerado «apología del franquismo». «El franquismo fue algo que vino después», opina. Está totalmente convencido de que al hablar emplea un «lenguaje de conciliación».

Lejos de arrepentirse, Gil se reafirma y acusa a Podemos y a Més de insultarle. «Lamento que aquellos que me acusan de apología del franquismo por mi intervención en un debate en el pleno me insulten en redes sociales tachándome de fascista, cosa que han hecho tanto Podemos como Més», dice. No se ve a sí mismo como un «fascista» sino como un «buen católico». «La terminología 'cruzada de liberación' la empleó la propia iglesia católica cuando se asesinaba a sus sacerdotes y monjas», justifica.