Protesta para pedir la jubilación anticipada. | M. À. Cañellas -

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Las enfermeras de las Islas se concentrarán a las puertas de Son Llàtzer el Día Internacional de la Mujer para exigir «respeto profesional» y un cambio estructural que permita su «crecimiento y reconocimiento».

Esta actuación, convocada por el sindicato SATSE, se realizará a las 11 horas en diferentes puntos del Estado, «porque históricamente esta profesión feminizada, (el 85 % de las enfermeras somos mujeres) está discriminada», explica María Tomàs, delegada en Son Espases. «Desde que en 2010 saliera el Plan Bolonya y la categoría A se desdoblara en A1 y A2, cobramos menos que otras profesiones con nuestro mismo nivel formativo», se queja en nombre de todo el colectivo y señala, por ejemplo, a Podólogos o Psicólogos, cuya formación es de cuatro años. «Si la profesión de enfermera hubiera sido masculina posiblemente esto no sería así», añade Tomàs. Se trataría de equiparar los salarios a la categoría A1 con profesionales de la misma formación.

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La protesta del 8M se debe también a que desde las administraciones «no se reconoce la dureza de nuestras condiciones laborales». Piden el derecho a la jubilación anticipada voluntaria, ya que «hay muchas otras profesionales que la tienen y la de enfermera tiene condiciones muy duras, imagínate una noche de pie en una planta, a los 65 años».

El Día de la Mujer también es el momento para recordarle a la sociedad que deje de tener una imagen estereotipada de estas profesionales, «cada año vemos el disfraz de enfermera sexy», se lamenta esta especialista. Sin embargo, el problema a veces va más allá y se cuela en las consultas y los centros sanitarios. «Sufrimos más agresiones físicas y verbales, y mucha gente sigue pensando que somos ayudantes de otra categoría profesional».