Una propuesta para afrontar sin alarma la salud mental en niños y adolescentes. La doctora Montserrat Dolz, jefa del Área de Psiquiatría Infantil y Juvenil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, protagonizó este jueves la segunda sesión del Ciclo Jóvenes, organizado por UltimaHora con la colaboración de la FundaciónLa Caixa.
La doctora puso el foco en el incremento del malestar emocional en los menores que muestran distintas estadísticas y al que atribuye un importante aumento de las consultas. «Hay un aumento y nos hemos encontrado en los últimos años hasta manifestaciones por la salud mental. Hemos pasado del estigma que existía hasta hace no muchos años a hablar». Sin embargo, señaló: «El malestar emocional no es una enfermedad. ¿Quién no ha sufrido malestar hoy?».
Ocurre, según Dolz, que en ocasiones, ese malestar puede provocar enfermedades mentales y eso es lo que se están encontrando los profesionales. «Los trastornos con más base biológica como el bipolar no han aumentado tanto. Han crecido los que tienen un peso social: la anorexia, la ansiedad, la depresión y las autolesiones». Dentro de esos factores externos, también sitúa otros «malestares emergentes» como el uso abusivo de pantallas y las violencias. La doctora explicó que la salud mental viene condicionada por una parte genética, otra el temperamento y «después todo lo que te pasa»: «El ambiente tiene un peso muy significativo en los trastornos».
Como vía para abordar las enfermedades mentales en esta etapa planteó: «Una opción es el camino de la medicalización, pero la propuesta que creo más correcta es hacer un afrontamiento más saludable» y ahí apuntó el concepto de resiliencia, no como un elemento abstracto sino como una vía de acciones concretas que se pueden llevar a cabo para fomentar la capacidad de afrontar posibles adversidades. «Es un conjunto de habilidades que tiene que ver con el desarrollo emocional, con la flexibilidad, la adaptabilidad y la fortaleza».
Destacó cómo estudios científicos han demostrado que se pueden hacer cambios externos para modificar los parámetros mentales internos, incluso a nivel de configuración neuronal. También enumeró una serie de componentes importantes: «Ser capaces de estar conectados con el aquí y ahora, el aprendizaje emocional. Tener autoconsciencia, la regulación emocional. Mantener el foco en el presente y percibirse capaz de alcanzar objetivos». Añadió: «No es una idea, tiene una base científica. Son programas eficaces y previenen la salud mental».
Frente a esas herramientas contrapuso un mundo «con mucho énfasis en la distracción»: «No podemos pararnos, existe mucha tendencia a la justificación y en lugar de estrategias para afrontar se recurre a la figura de un adulto solucionador». Otro de los puntos en los que incidió Dolz es en el hecho de que el malestar emocional se haya convertido en un elemento de indentificación en redes sociales, de manera que quien muestra ese malestar recibe likes y un apoyo que puede provocar una «bola». «Ser joven implica ahora una angustia por el mundo y un grupo en el que formar parte».
Relación real
Las nuevas tecnologías fueron parte del blanco tanto de la conferencia como de la posterior mesa redonda: «Ha llegado de golpe, sin un estudio sobre su seguridad y la relación interpersonal es clave para el desarrollo humano. Nuestros jóvenes están usando estas herramientas y la relación real está disminuyendo».
Las expectativas fueron otro de los elementos que citó: «Un colega mío comentaba que su padre siempre le decía: ‘Tienes que ser notario' y era una expectativa alta. Ahora les decimos: ‘Hijo, quiero que seas feliz' Y eso es peor porque es muy poco específico. Pasan tantas cosas, en cada etapa la felicidad es distinta».
Recordó que una de cada cuatro personas padecerá en su vida un problema de salud mental y que siete de cada diez de los problemas graves comienzan antes de los 18 años. «El inicio es precoz y la prevalencia es bastante alta», avisó. También que los trastornos de la salud mental son la tercera principal causa de discapacidad en el mundo desarrollado, sobre todo en jóvenes: «Tiene un gran impacto social y causa un gran malestar».
El acto, celebrado en CaixaFórum, fue presentado por la periodista Elizabeth Moll. Josep Francesc Conrado de Villalonga, en representación de la Fundación La Caixa, introdujo la jornada cuyo objetivo es, explicó: «Ayudar a los jóvenes a que tracen su futuro porque estamos convencidos que es el de la sociedad». La presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, enmarcó el Ciclo Jóvenes: «Buscamos aportar soluciones a los problemas». La próxima sesión del ciclo se celebrará en mayo.