Isabel Rosselló y Felip Ferré, en la imagen, volvieron este miércoles a los juzgados de Via Alemania, quince años después del estallido del ‘caso Scala’. | Pere Bota

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Juicio vintage. Tres antiguos condenados en el ‘caso Scala' volvieron ayer al banquillo de los acusados. Fueron condenados por el fraude millonario al Govern que tuvo como principal encausado a al exconseller Josep Juan Cardona, que ha cumplido 16 años de cárcel y que tuvo como episodio icónico el hallazgo de las latas de Cola Cao llenas de billetes en el jardín de la gerente del CDEIB, Antònia Ordinas.

El juzgado de lo Penal 7 de Palma suspendió el juicio con siete acusados. Entre ellos, la pareja de Ordinas, la soprano Isabel Rosselló; el exconcejal del PP en Lloseta y primo político de Jaume Matas, Felip Ferré y el empresario Joan Rosselló. Los tres asumieron condenas en 2013 por Scala, la más grave la de Ferré, que cumplió más de tres años de cárcel.

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Lo que llega ahora a juicio deriva en parte de aquella trama. La Fiscalía y la Abogacía del Estado acusan a los acusados de delito fiscal y falsedad documental por los que reclaman penas de tres años de cárcel para Rosselló, como administrador de la empresa y al resto, un año y medio por girar facturas falsas.

El eje de la acusación está en la empresa Estudi Joan Rosselló. Esta sociedad habría defraudado una cuota de 230.000 euros del Impuesto de Sociedades del año 2006, cuando sus cuentas estaban infladas por el enorme flujo de fondos que le llegaba de la trama corrupta del ‘caso Scala'. Entre 2003 y 2007 esta sociedad fue una de las principales receptoras de fondos del CDEIB y facturó a la administración 3,4 millones de euros. A cambio, según la sentencia del caso, pagaba comisiones a los cabecillas del organismo público.

Esas comisiones se camuflaban a través de empresas interpuestas y facturas falsas que también se emplearon ante Hacienda y se presentaron como gastos de la sociedad. Una vez que fueron declaradas facturas nulas en la sentencia del caso de corrupción afloró un fraude a Hacienda y la Agencia Tributaria denunció. El papel de Ferré y de Rosselló en esta causa es el de haber girado facturas falsas a Estudi Juan Rosselló, según la acusación pública. Lo hicieron a través de sociedades que ya fueron condenadas en 2013.