Honorio, marido de Maria del Carmen, a las puertas del hospital Rio Carrión de Palencia. | R.D.

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Honorio, el marido de la mujer de Esporles que falleció en Palencia después de que el IB-Salut le denegara el traslado medicalizado de vuelta a Mallorca, ha regresado por fin a la Isla. Lo ha hecho con las cenizas de su mujer, María del Carmen, y con la firme determinación de aclarar con el IB-Salut cuáles fueron las razones por las que se desestimó su traslado -que, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad, corresponde a la Comunidad Autónoma de origen-.

«Para nosotros ya no hay remedio pero quiero que me lo expliquen», lamenta Honorio, que insiste en denunciar la imposibilidad de comunicarse tanto con el Servicio de Salud de Baleares como con el Hospital de referencia de Son Espases, durante los casi tres meses que su mujer permaneció ingresada en Palencia.

«Todavía no sé cómo se tomó la decisión de no traerla de vuelta a Mallorca. No sé si fue una decisión médica, o política, o de qué tipo porque todavía no he podido hablar con nadie», denuncia Honorio, que recuerda que tampoco los profesionales sanitarios de Castilla y León -donde sí prestaron a su mujer el servicio de traslado medicalizado entre Valladolid y Palencia- pudieron comunicarse con Baleares. «Quiero saber si es que en Mallorca tenemos menos derechos que los residentes en la Península», insiste Honorio.

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Honorio y Maria del Carmen viajaron las pasadas Navidades hasta un pueblo de Palencia para celebrar las fiestas con su familia. Los dos se contagiaron de COVID y ella, que padecía de insuficiencia cardíaca, acabó ingresada de urgencia en el Hospital General Río Carrión de Palencia con complicaciones asociadas a patologías previas. Desde el pasado 25 de diciembre, quedó ingresada en el hospital palentino a la espera de una solución que le permitiera regresar a Mallorca.

El motivo que alegó el IB-Salut para denegar a la mujer de Esporles el traslado medicalizado de vuelta a Mallorca en la única comunicación que mantuvo con el matrimonio fue que «no le correspondía por haber ido de vacaciones». Pero a Honorio no le parece una justificación suficiente y le preocupa, además, que lo mismo por lo que han pasado ellos «le pueda suceder a otros». Es por eso que se ha personado hasta en tres ocasiones en el Servicio de Atención al Usuario del IB-Salut con el objetivo de solicitar una explicación más detallada.

Pero en el SAU, según explica Honorio, no le recibe nadie. «La única respuesta que me han dado es que ponga una hoja de reclamaciones», denuncia el de Esporles, que lamenta la «falta de humanidad» del Servicio de Salud de Baleares.

Desde el IB-Salut, sin embargo, aseguran que el Servicio de Atención al Usuario del Sistema de Salud de Baleares sí ha atendido a Honorio y que le han invitado a interponer una queja por escrito a través del Sistema de Quejas y Sugerencias porque «es el procedimiento» y «para que quede registrada por escrito como una queja formal».