«El Ministerio dice que los músicos tenemos cero enfermedades profesionales». Son palabras, a la que vez que un lamento, de Gerard Beltrán, miembro de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears y también de la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS). Critica que todavía no se haya desarrollado el Estatuto del Artista, que ningún documento recoja que un músico, con cientos de horas de ensayo detrás, pueda padecer lesiones músculo esqueléticas que son, precisamente, de lo más común en este gremio.
Lo ha hecho este viernes, durante el acto de presentación del libro 'El cuidado de la salud de los músicos', escrito por la doctora Teófila Vicente Herrero especialista en salud Laboral. El documento aborda no solo las enfermedades comunes asociadas a la profesión musical; también ofrece consejos prácticos para la prevención, criterios de incapacidad relacionados con la música, y estrategias de promoción de la salud específicas para este grupo profesional.
Abría la presentación, en Ca n'Oleo, el conseller de Turisme, Cultura i Esports, Jaume Bauçà. y lo hacía con un símil, pues «nadie duda de las rutinas y los entrenos de un deportista que debe cuidar de su nivel físico y mental; pero lo que para ellos es bueno no se aplica a otras disciplinas como la música», reconocía.
Beltrán recogía el testigo bromeando frente a la comprensión del conseller: «Supongo que la Orquestra Simfònica tendrá un 30 % más de presupuesto para fisioterapeutas», dijo, a ver si colaba, ante la sonrisa de los asistentes.
El doctor en Medicina Laboral, Ángel Arturo López, dio una pincelada sobre prevención, como la base de un buen trabajo, durante la presentación del libro. Además dio a conocer algunos resultados de un estudio elaborado con la participación de más de mil músicos españoles, menores de 40 años, en la que un 10 % mostraba hipertensión y un 15 % arteoesclerosis.
Con estas cifras en profesionales sumamente jóvenes, la doctora Teófila Vicente advertía del vacío informativo respecto a la prevención sanitaria para quienes ejercen esta actividad. Su texto, explicó, se sustenta en tres pilares: la prevención primaria, la secundaria y la terciaria. Todo ello teniendo en cuenta que «no sirve lo mismo para un obrero que para un músico». «Los músicos con contrato son trabajadores, aunque sean artistas, hay que garantizarles su salud laboral», señaló la experta.
El manual quiere ser una fuente de información para músicos y una herramienta para las mutuas laborales y los servicios de prevención a la hora de diseñar sus sistemas de vigilancia de la salud y las evaluaciones de los puestos de trabajo.
Dentro de este colectivo hay que poner el acento en los riesgos derivados de la manipulación de cargas, los movimientos repetidos o las posturas forzadas; además deben ser sensibles a la exposición al ruido; las patologías derivadas del estrés y la carga mental o los hábitos de vida no saludables además de las habituales distonías focales y síndrome de Satchmo.
El apunte
Enfermedades derivadas de la exposición al ruido
1 comentario
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Evidentemente que los músicos pueden adquirir enfermedades profesionales al realizar su trabajo, pero si no reconocen las EP de los albañiles y el personal de limpieza, que son más evidentes, entonces ¿que esperas?