Con sus 117 metros de eslora, el nuevo Infinity es un 50 por ciento más largo que el anterior yate del mismo nombre, y alcanza casi las cinco mil toneladas de registro. En su muy reciente construcción de 2022, a cargo de los astilleros especializados Oceanco de los Países Bajos, destaca su estilizado diseño de vanguardia. Es obra de Espen Oeino, una de las firmas de mayor prestigio dentro del sector más exclusivo de la náutica.
Valorado en más de 300 millones de euros, pertenece a un magnate estadounidense y en sus instalaciones para 16 invitados en ocho suites y más de 40 tripulantes, dispone de dos helipuertos, beach club, piscina, sala de cine y salón de belleza, junto a una superficie para solárium en sus cubierta de teca. También cuenta con unos grandes ventanales en el casco, e iluminación nocturna subacuática.
Además, va acompañado por un buque nodriza, el Intrepid, que mide 69 metros y transporta equipamiento adicional para deportes náuticos y asistencia permanente en sus singladuras. La velocidad del Infinity es de 18 nudos, con autonomía para viajes transatlánticos. Su base operativa habitual se encuentra en Miami, Florida (EEUU), desde donde navega por el Caribe. En primavera y verano se traslada al continente europeo.
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