Pau Ybáñez, con 3 años, cuando le acaban de realizar el implante coclear. Está sentado sobre el doctor Manolo Tomás. A la derecha, 23 años después, Pau, con 28 años, junto al doctor. | R.L.

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21 de mayo de 1999. Pau Ybarra se convirtió en el primer niño en tener un implante coclear realizado en Baleares. Tan solo tenía tres años y su diagnóstico era hipoacusia neurosensorial bilateral profunda. Nació siendo sordo pero ha podido oír gracias al aparato, que en ese momento revolucionó la especialidad.

Son Dureta fue el hospital donde se realizó la implantación. Al frente se encontraban los doctores Pedro Sarría y Manolo Tomás. De esta cirugía han pasado 25 años y todavía la recuerdan con ternura. «El Govern dio respuesta a una necesidad. Sacó una ley –hoy universal– para realizar pruebas auditivas a los niños recién nacidos. Fue un milagro traer los implantes», rememora Sarría, quien es en la actualidad jefe de Sección de Otología y responsable del programa de implantes cocleares en Balears desde 2006.

Los primeros implantes llegaron a España en 1985, concretamente en un hospital de Barcelona. En 1990, se autorizó al Hospital de Salamanca, centro hospitalario referente en el programa de implantes cocleares. Como anécdota, el doctor Manolo Tomás recuerda que antes de la intervención de Pau Ybarra –en 1999– hubo un mallorquín que fue el primer paciente del Hospital Ramón y Cajal en realizarse el implante.

«Cuando empezamos a operar en Son Dureta, pensábamos que Balears llegaba tarde, pero no. Fuimos una comunidad casi pionera y nuestro programa actual es más amplio, proporcionalmente, que el de comunidades grandes como Catalunya. Los implantes, desde luego, han evolucionado mucho y ahora incluso implantamos a gente muy mayor que les cambia la vida por completo», reflexiona Tomás.
Tanto Tomás como Sarría no dudan que este hito fue «muy importante» para el Sistema de Salud. Un avance que ha permitido hasta la fecha que 800 personas de las Islas puedan oír. Hoy, estas intervenciones se realizan en Son Espases y en el Hospital Son Llàtzer.

Marga es la madre de Pau. «Todavía me emociono de aquel momento», responde por teléfono a este periódico. Esta familia no dejó de luchar por saber qué le pasaba a su hijo. «Conocer a los doctores Sarría y Tomás ha sido lo mejor que nos pasó. A Pau le abrieron las puertas», cuenta Marga, emocionada. Su hijo es un deportista conocido de la Isla y campeón absoluto en halterofilia.

Desde la Associació Aspas destacan el papel que tiene la logopedia para la mejora de la vida de personas con discapacidad auditiva. Carme Zoilo, logopeda de la entidad, destaca que «nuestra figura es fundamental en el proceso de estimulación del lenguaje y la audición entre niños con sorderas profundas con implantes cocleares».

Aspas es la entidad referente en este colectivo y la forma un equipo de logopedas, profesores, pedagogos así como psicólogos y especialistas en discapacidad auditiva. «Nuestra misión es muy clara: garantizar los derechos de estas personas y sus familias», señala Zoilo.