Una mujer con una pancarta en la que se puede leer 'Aquí no hay quien viva' durante la manifestación que sacó a más de 10.000 personas por las calles de Palma para exigir medidas que garanticen los derechos en la vivienda y contra la saturación Turística. | Juan Medina

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Un joven de Baleares menor de 30 años tiene que destinar 6,2 años de su salario neto para poder pagar la entrada de un piso que, de media, cuesta unos 286.990 euros. En la práctica, esto se traduce en que esté obligado a hipotecarse con otra persona para poder afrontar el pago. Si opta por un alquiler, de media, debe destinar el 112 % de su nómina porque las Islas ya tienen el precio más alto de España, según advierten el último informe del Observatori d'Emancipació elaborado por el Consell de las Joventut de les Illes Balears con datos que llegan al primer trimestre de 2023.

Esta situación tiene un gran impacto en la sociedad balear, puesto que la tasa de jóvenes emancipados en las Islas es del 16,4%, un poco más de un punto menos que en 2022, cuando era del 18,6%. Esta reducción se ha producido en un contexto de un incremento constante de los precios en el mercado inmobiliario de las islas, que se han disparado un 27,1 %, con un coste medio de 1.312 euros, como ha explicado la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea Henry, en una rueda de prensa en Palma.

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Si bien los salarios subieron en Balears, en torno a un 4 % y hasta los 14.034 euros netos anuales, lo hicieron mucho menos que los alquileres. Se trata de un gasto al que los jóvenes deben dedicar un 112,2 % de su sueldo neto, por lo que, ni tan solo destinando todo su sueldo, una persona joven podría vivir sola. Para evitar endeudarse demasiado, un joven debería cobrar 52.480 euros netos al año, más del triple de la media salarial de los jóvenes en las Islas, como apunta el informe. En cuanto al coste para alquilar una habitación, ronda los 400 euros en Palma, que son 20 euros más que el último semestre de 2022.

Las diferencias de género también se hacen notar a la hora de emanciparse. El salario neto de los jóvenes es 2.080 euros mayor que el de las jóvenes y, si bien las mujeres se pueden marchar antes de casa, lo hacen en peores condiciones que los hombres, que consiguen emanciparse más tarde pero con mayor estabilidad. Así lo ha explicado el presidente del Consell de la Joventut de les Illes Balears, Pau Emili Muñoz.

«Necesitamos que esta sea la legislatura de la vivienda y que se busque un consenso en la ley de la vivienda, con algo tan básico como la vivienda. Hay que solucionar una situación crítica», ha reclamado Andrea Henry, que ha tendido la mano a las autoridades estatales y autonómicas para «mejorar la vida de las personas jóvenes, escuchar, dialogar y actuar».