El rostro de Aurora Picornell llegó al Congreso después de que el presidente de la cámara balear lo arrancara de manos de una diputada socialista. | Redacción Digital

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Aurora Picornell es un símbolo para muchas personas en esta tierra. A la más conocida de las Roges del Molinar la une un nexo inquebrantable con la memoria democrática de Mallorca y el conjunto de Baleares. El hallazgo de su pluma estilográfica permitió identificar los restos de estas militantes comunistas, a las que la represión fascista despojó de sus vidas por sus ideas para encerrarlas en la cárcel de mujeres Can Sales de Palma, fusilarlas en una tapia del cementerio de Porreres, y enterrarlas como a animales en una fosa común. La pluma reapareció en la víspera de la aprobación de la ley de memoria democrática de las Islas. Este pasado martes, en el momento de la derogación de la norma, su efigie volvió a ser ultrajada, pero esta vez no fue en ninguna cárcel o paredón. Fue en el mismo Parlament de les Illes Balears.

Sus verdugos fascistas intentaron, hace cerca de cien años, enterrar con las Roges del Molinar sus ideas de progreso e igualdad sin imaginar que, casi un siglo más tarde, buena parte de la sociedad balear enarbolaría su memoria. La escena del presidente del Parlament Gabriel Le Senne, arrancando con malas formas su fotografía de manos de una socialista, ha dado la vuelta a todas las televisiones y tertulias políticas en las últimas horas. Su figura la recordó poco después del execrable suceso el diputado de Sumar, Vicenç Vidal, en el Congreso.

Vidal envió un mensaje «claro» a «todos los fascistas» presentes en el hemiciclo, asegurando que pese a la toma en consideración de la proposición de ley de Vox para derogar la ley de memoria democrática, «en 2027 volverá a Baleares» y lo hará «pese a quien pese». «Hoy, el miserable presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, debería haber dimitido. Ha ultrajado a Aurora Picornell. El miserable, el cobarde Le Senne», ha enfatizado el diputado de Més per Mallorca integrado en el grupo parlamentario de Sumar.

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«Es una vergüenza. Aurora Picornell y 'Les Roges del Molinar' como ellas decían: las balas no matan las ideas. Memoria, Justicia y Reparación. ¡Ya basta de dar pasos atrás, adelante la democracia!». Durante su intervención el diputado mallorquín enseñó una fotografía de Aurora Picornell, dirigente sindicalista y del Partido Comunista asesinada en Mallorca por la represión fascista en 1937. Lo mismo hicieron el resto de los diputados que forman parte de su grupo, todos aplaudiendo y puestos en pie.

Muy señalado fue el recuerdo a Aurora Picornell de Izquierda Unida, heredera de su legado, el mismo que reivindica de forma unánime toda la izquierda mallorquina y balear. Los de Antonio Maíllo recordaron un pasaje lúgubre de esta historia de dignidad y compromiso político: «'Mirad, mirad los sostenes de Aurora'. Así anunciaban el fusilamiento de Aurora Picornell, responsable del Partido Comunista en Baleares. Hoy rompe su retrato la misma gente que ayer fusiló a tantas mujeres y hoy gobiernan en tantos lugares de la mano del Partido Popular».

Aurora Picornell, junto al resto de Roges, personificaron los esfuerzos del anterior Govern por recuperar a todos aquellos olvidados en las cunetas durante décadas de oscurantismo. Junto a la más renombrada, sus compañeras fusiladas fueron: Catalina Flaquer, Antònia Pascual Flaquer, Maria Pascual Flaquer y Belarmina González Rodríguez; una suerte de versión local de las Trece Rosas que tanto impactaron en la mente colectiva madrileña. De Aurora Picornell dicen también que fue la Pasionaria mallorquina. Comparte con las otras Roges que sus vidas eran prácticamente anónimas y sus quehaceres cotidianos, hasta que la guerra irrumpió en sus vidas. Sus últimas palabras antes de ser asesinada por un escuadrón falangista fueron premonitorias: «Podéis matar a hombres, a mujeres, a niños como el mío que todavía no han nacido. ¿Pero, y las ideas? ¿Con qué balas mataréis las ideas?».