Los quirófanos son zonas en las que se pueden coger infecciones por el tipo de tratamientos que se realizan aunque se ponen todos los medios y precauciones posibles para evitarlo. | R.L.

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Unas 150 personas mueren al año por infecciones adquiridas en los hospitales de Baleares. Así lo pone de manifiesto el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, en base a un congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID Global) celebrado en Barcelona. A nivel nacional se calcula que fallecen 18 pacientes al día por este motivo, es decir, 6.570 anuales.

March lamenta que que «la realidad de las infecciones hospitalarias es que más de la mitad de las mismas son consideradas prevenibles», por lo que estas muertes se podrían evitar; al menos, en ese momento aunque a la larga esas personas terminasen pereciendo, ya que suelen tener otras enfermedades importantes. Esta infección suele ser el detonante, pero no la causa principal del óbito.

Preguntado por el motivo por el que ocurren estos decesos, el citado especialista en Salud Pública responde que parte del problema se explica por «la resistencia que las bacterias han desarrollado a muchos antibióticos y, se da la circunstancia que la mayoría de los microorganismos multirresistentes están en hospitales». En este sentido, precisa que «la mayoría de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria están causadas por patógenos sensibles a los tratamientos disponibles».

En el caso concreto de Baleares, un 7,58 % de los enfermos que pasan por los hospitales de las Islas contrae una infección en el hospital, una cifra que ha bajado de forma muy importante desde el año 2021. March destaca que se trata de un porcentaje inferior a la media española, que es de un 8,18 %, que ha subido desde el año 2021. La mortalidad bruta en este grupo asciende al 10,9 % en el conjunto del Estado, muy superior a los pacientes que no tienen una infección intrahospitalaria que fue del 5,9. % Los expertos concluyeron en el congreso de Barcelona que sufrir una infección relacionada con la atención sanitaria incrementa el riesgo de morir en un 60 %.

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Otra de las consecuencias de las infecciones contraídas en los hospitales es que los ingresos hospitalarios de los enfermos son 9,2 días más largos que la media. «Teniendo en cuenta que cada día de ingreso supone un gasto medio de 901 euros, el coste total asciende a 1.925 millones de euros», subraya March.

¿Por qué se pueden coger infecciones en los hospitales?

March explica que en los hospitales se pueden coger infecciones porque «muchos microorganismos llegan a los centros con los propios pacientes o trabajadores sanitarios, ya que forman parte de nuestra microbiota y viven en el organismo de muchas personas sin hacer ningún daño». Además, precisa que las personas ingresadas tienen problemas de salud y, muchas veces, el sistema inmunológico debilitado.

El citado experto también resalta que «en las UCI o los quirófanos son muy frecuentes actuaciones invasivas. El hecho de tener un catéter puede hacer que una bacteria inocua en la piel, como el Staphylococcus aureus, llegue a la sangre y cause una sepsis que puede ser mortal. O que bacterias, como Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii o Pseudomonas aeruginosa, puedan estar colonizando de manera inofensiva las vías aéreas superiores y lleguen a los pulmones por los sistemas de respiración asistida».

¿Cómo evitarlo?

Respecto a cómo evitar que se produzcan este tipo de infecciones, se recomienda la desinfección de superficies, esterilización de materiales, limpieza de manos o aislamiento de los infectados. Sin embargo, March reconoce que «en la práctica acaba siendo muy complejo aplicarlas siempre bien. Hay que hacerlo todos los días, en todos los turnos y por todos los profesionales. Es suficiente un imprevisto o urgencia que lleve a saltarse un paso, o el más mínimo fallo en un solo punto del proceso, para que los microorganismos proliferen». A su modo de ver, para afrontar con mayores probabilidades de éxito la amenaza de las infecciones hospitalarias es necesario que haya «una adecuada formación de los trabajadores sanitarios, estabilidad de las plantillas, unas ratios de personal convenientes y unos espacios adecuados».