Hugh Morgan mantiene un idilio con Mallorca que se remonta a 55 años atrás. | Jaume Morey

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Hugh Morgan, leyenda de la industria turística británica (presidió Monarch Travel Group y ocupó cargos directivos en Thomas Cook, Sunset Holidays, ILG o Intasun Holidays) conserva relaciones personales y profesionales con Mallorca que se remontan 55 años atrás y que siguen siendo sólidas hoy en día, ya que la mitad del año reside en el centro de Palma. En 2009 fue condecorado con la Orden del Mérito Civil por el rey Juan Carlos por impulsar el turismo británico en España y por sus aportaciones al sector.  No esconde que le encanta Mallorca: «es maravillosa. Cuando bajo del avión me siento como en casa», asegura y ha sido testigo de los cambios que ha experimentado hasta convertirse en un destino turístico que es hoy.

«El problema de las Mecas ­–asegura– es que a veces la gente es pisoteada, por lo que hasta cierto punto simpatizo con las protestas contra el turismo de masas. Pero estas manifestaciones no son antibritánicas ni antituristas, el origen del problema es mucho más complicado». A las puertas de una nueva protesta sobre la saturación turística, el domingo 21 de julio, asegura    que «la última vez llamaron mucho la atención, así que supongo que si convocan otra y tienen un plan de movilizaciones periódicas, entonces seguro que tendrán gran repercusión».

«Hay muchos políticos que sólo quieren salir en la fotografía y vender que están haciendo algo»

En este contexto lanza la siguiente reflexión: «Tengo un amigo que trabaja en el control de tráfico aéreo de Son Sant Joan y me dijo que el otro día manejaron 1.600 vuelos en una jornada cuando el récord anterior era 1.200, eso supone una ocupación superior a la de Gatwick. Todos esos pasajeros tienen que desplazarse desde el aeropuerto, en autocar, taxi o coche de alquiler, y eso obviamente congestiona las carreteras. Y luego, cuando llueve, todo el mundo se dirige a Palma y se satura».

Hugh Morgan, ayer en El Born.
Hugh Morgan, ayer en El Born.

Ante estas situaciones asegura  que «las reacciones instintivas, los límites y las restricciones no son la respuesta». «Como me dijo una vez el gran precursor de los primeros paquetes turísticos, mi antiguo jefe Harry Goodman, tenemos los aviones y la capacidad para poder llevar a la gente de vacaciones. Si, como está previsto, el aeropuerto de Palma va a recibir este año 20 millones de pasajeros y dice que gastan una media de 1.000 euros, son 20.000 millones de euros. Estamos hablando de mucho dinero, una gran cantidad de ingresos. Mallorca depende del turismo y necesita ese tipo de ingresos, pero creo que es hora de poner fin a la política mezquina y de entablar una conversación adulta seria y constructiva y de introducir una estrategia a largo plazo».

El expresidente de Monarch Travel Group asegura que Mallorca «necesita una estructura turística adecuada, hay gente muy inteligente y con mucha experiencia en la isla que sabe de lo que habla y el problema podría solucionarse. Tal vez quienes lideren el cambio no deberían ser sólo políticos, el problema del turismo de masas no se resolverá de la noche a la mañana. Mallorca es el paraíso. Todos los que tenemos la suerte de vivir aquí deberíamos estar agradecidos, cuidarla y hacer una buena gestión».

Asegura que ha recibido mensajes para que se involucre en el proceso. «Hugh, ayuda en este asunto, participa, te apoyaremos, me dijeron. Hay muchos políticos que sólo quieren salir en la foto y vender que están haciendo algo. Creo que la realidad es que se necesita gente que haya estado en el sector [turístico], gente que tenga tiempo y energía para hacer algo por este lugar. He visto aplicar la ecotasa. ¿Qué pasó con la ecotasa? ¿Qué pasó con el dinero recaudado? No sé...»

Y volviendo sobre la saturación cita el caso de Sóller. «No creo que restringir el tráfico vaya a ayudar, ¿cómo se puede restringir el tráfico? ¿Qué se puede hacer para detenerlo? Creo que, en todos estos temas, alguien tiene que sentarse y planificar con cuidado. ¿Dónde está la gente? ¿Cuál es la causa y el efecto? ¿De dónde vienen los problemas? Y si van a permitir que el aeropuerto crezca más y más, planifiquen adecuadamente las infraestructuras».

El apunte
Humphrey Carter

«Tal vez hay que restringir los cruceros»

Humphrey Carter

«El debate sobre los cruceros es interesante», asegura Morgan desde su posición como experto en turismo. «Cuando camino por el Passeig Marítim veo estos enormes barcos, que son geniales, pero descargan muy rápidamente en la ciudad una enorme cantidad de gente, que baja pero tiene un tiempo limitado y realmente apenas puede hacer o ver nada. Probablemente ven la Catedral, El Born, las tiendas y luego vuelven al barco. Así que no digo que no deban venir aquí, sólo digo que podrían restringir un poco las frecuencias. Pero no estoy en contra de ellos en absoluto», afirma.