La obra de Bonnin incluye un nuevo prólogo de cuarenta páginas, además de primera edición en inglés. | Daniel Espinosa

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Más de un cuarto de siglo después de su primera publicación, el libro Sangre judía. Españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano del periodista y escritor Pere Bonnin (Sa Pobla, 1944) ve su quinta edición y, por primera vez es traducido al inglés.

Bonnin explica que la nueva edición surge ante un nuevo interés por el asunto por el conflicto en Gaza. «Me pedían el libro y la editorial que lo lanzó inicialmente ya había cerrado», así que se ha preparado una nueva edición que cuenta con un prólogo especialmente escrito para la edición inglesa e incorporado a la española. «Es un repaso a toda la historia de la zona y de las negociaciones que yo presencié», señala el periodista. Con la traducción al inglés, dice, también cumple con una petición reiterada y que, hasta ahora no se había llevado a cabo.

Sangre Judía repasa el antisemitismo cristiano y, en especial, la situación en España. Desde su primera edición, en 1998, Bonnin denuncia que la situación ha ido a peor. «Entonces explicaba una historia con cierta vigencia: la importancia del grupo árabe en Madrid y su influencia en la política española. Hoy mismo, el mismo presidente del Gobierno pide la independencia de Palestina en un ataque a Israel sin precedentes». Explica que el histórico antisemitismo cristiano, mantenido durante el Franquismo en el Movimiento pervive y ahora es el de la izquierda. «El PSOE ha asumido el antisemitismo cristiano de Falange Española Tradicionalista y de las JONS y el árabe que ahora mismo hay en Europa». Señala que se ha producido una difusión del Islam en el viejo continente desde el acuerdo por el Diálogo Euro Árabe y el uso del petróleo como arma de presión. «Debido a eso ha crecido la extrema derecha que es más islamofóbica que antisemita precisamente por la gente que ha venido».

Bonnin denuncia que ese antisemitismo impregna a la sociedad. «La gente sigue consignas. Lo podemos ver cada día según se dan las noticias sobre Israel. La fuente es Hamás. La prensa oficial tiene como su fuente a Hamás», denuncia. «Es más fácil acusar a los judíos porque llevamos 2.000 años de antisemitismo, está en el ADN de los cristianos», reflexiona.

El escrito señala en el prólogo que los motivos de esta obra siguen siendo los mismos que en 1998: «Escribí Sangre judía y he escrito este prólogo, porque, como católico devoto, fui víctima de un antisemitismo cristiano que no comprendía. Tampoco comprendo el antisemitismo islámico». En la obra apunta también a la hilazón histórica de judíos y democracia y cómo, según sostiene, las religiones expansivas como el Islamismo y el Cristianismo intentaron desmontarlo para imponerse durante siglos hasta el resurgimiento con la Ilustración y la masonería. La obra ve de nuevo la luz.