El presidente del IMAS, este martes en rueda de prensa. | Teresa Ayuga

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En medio de la crisis a nivel nacional entre PP y Vox por la acogida de menores migrantes no acompañados que ha llevado a la ruptura de pactos de gobernabilidad en las autonomías, el presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials, Guillermo Sánchez, responsable de éstos en el Consell de Mallorca hace una llamada de auxilio por peligro de sobreocupación.

«Mallorca se ha consolidado como ruta migratoria», ha dicho Sánchez». Si hace una década se acogían a entre 2 y 4 menores no acompañados migrantes, el año pasado llegaron 180 a las cosas de la Isla y la previsión de este año es mayor. Pese a la crisis, Sánchez reconoce que es «obligación legal» darles amparo y asumir la tutela pero «el sistema está al límite, no tenemos capacidad para atenderlos en condiciones óptimas si se repite el finde pasado cuando llegaron 40», ha añadido. Su solución pasa por pedir ayuda por carta a la Delegación de Gobierno y al Obispado de Mallorca a quienes solicita más recursos económicos, personal y plazas para afrontar esta «crisis migratoria».

El presidente del IMAS ha recordado que a principios de año se añadió una partida presupuestaria de más de 4 millones de euros para afrontar esta llegada cada vez más masiva de niños y adolescentes y en el próximo pleno del Consell se solicitará una nueva inyección de más de 8 millones más.

Y se hará, ha asegurado, con el apoyo de sus socios de Govern en el Consell, Vox. Si bien este lunes la líder del partido en Baleares solicitaba devolver a los menores a su países de origen, sus compañeros en el Consell estarían de acuerdo con la petición de nuevas plazas y recursos. En este sentido, el pacto en la institución insular «es sólido», ha reafirmado Guillermo Sánchez.

El sistema de protección de menores del IMAS cuenta con 359 plazas acreditadas sin embargo acoge a 550 menores, de los que 283 habrían venido desde las rutas migratorias. No queremos llegar a la situación de Canarias", ha sentenciado.