El vicepresident Antoni Costa, con Tomeu Alcover y Susana Pérez, en una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera con el Gobierno y las comunidades autónomas. | R.L

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Los fondos de solidaridad que pagará Baleares el año que viene y que irán destinados a financiar servicios de otras comunidades autónomas, un total de 448,48 millones, supondrán un aumento de un 61 % con respecto a los 278,1 que se irán este año a cubrir el mismo objetivo. Es una de las cifras más altas de la historia de la Comunitat y solo se ha superado antes en el año 2022, cuando Baleares destinó a fondos de solidaridad un total de 521,69 millones de euros.

La consecuencia de ese aumento en las aportaciones solidarias con otros territorios es que el dinero que recibirá el año que viene Baleares con el sistema de financiación autonómica queda congelado. Llegarán 4.004 millones de euros    frente a los 3.981,5 que han llegado este año, lo que supone que Baleaers apenas recibirá 22 millones más. Los ingresos procedentes del sistema quedan congelados porque las aportaciones a solidaridad crecen de manera exponencial.

La cifra se ha conocido precisamente en plena polémica con el cambio de sistema de financiación para Cataluña que han pactado de manera bilateral entre PSOE y ERC. Los detalles del acuerdo no se conocen, pero en esencia pasan por el reconocimiento de que Cataluña recaude sus propios impuestos y reduzca sus aportaciones a solidaridad con el resto de comunidades, a pesar de que en términos per cápita están por debajo de las de Baleares.

El sistema de financiación que está en vigor hace que las tres únicas comunidades autónomas que aportan dinero a otras comunidades son Madrid, Baleares y Catalunya. El sistema está caducado desde el año 2014, pero sigue en funcionamiento porque el Gobierno y las comunidades autónomas no han sido capaces de ponerse de acuerdo para cerrar una reforma que vaya bien a gobiernos y partidos. Aunque el sistema es mejor que el que estaba en vigor hasta el año 2007, la verdad es que para Balears ha tenido efectos colaterales negativos en términos de solidaridad.

La media que reciben las Islas ha mejorado, pero también lo ha hecho el dinero de Baleares que finalmente llega a otras comunidades autónomas. La cifra es especialmente llamativa si se suma todo el dinero que sigue pagando Baleares desde que el modelo está caducado: un total de 4.254 millones se han ido desde las Islas a financiar servicios básicos de otras autonomías durante esta última década. Es una cifra que está incluso por encima de los 4.004 millones que enviará el año que viene el Gobierno de Pedro Sánchez al de Marga Prohens en concepto de financiación.

El apunte

El PI pide el mismo pacto que en Cataluña

«Todas las autonomías deberían tener un sistema de financiación propio, como el que pide Cataluña o como el que tiene el País Vasco». Son palabras del presidente del PI, Tolo Gili, que propone que Baleares también pacte un sistema como el que se ha acordado para Cataluña. Gili pidió a Marga Prohens que deje de luchar «contra Cataluña» y mire por los intereses de Baleares. «No se entiende que las Islas sean uno de los territorios que más aportan al Estado y de los que menos recibe, 450 millones de euros parten por no volver», lamentó Gili, en referencia a los datos de financiación de Baleares para el año que viene que acaba de comunicar el Gobierno al Govern balear.

Las claves
  1. La base para hacer los Presupuestos del Govern

    El Gobierno acaba de comunicar a Baleares que el año que viene recibirá 4.004 millones, lo que implica que el Ejecutivo ya tiene la base principal para iniciar la elaboración de los Presupuestos con la aprobación del techo de gasto en primera instancia.

  2. Aumento en la recaudación del IRPF: 300 millones más

    La partida de impuestos que más aumenta en el documento que ha entregado el Gobierno al Govern es la del IRPF. Se prevé que la recaudación aumente el año que viene en 300 millones. El IVA queda congelado.

  3. El techo de gasto y los problemas Govern-Vox

    El vicepresident del Govern ya ha comenzado a redactar el proyecto de presupuestos para el año que viene, pero, para cerrar las cuentas, este año se enfrenta a un nuevo problema: ¿qué pasará con Vox tras la ruptura de los acuerdos?