Los pasajeros estuvieron unas 16 horas tirados en el aeropuerto de Sevilla porque el vuelo de Ryanair que los tenía que llevar a Palma se retrasó más de 14 horas. | Alicia Mateos

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Los pasajeros del vuelo de Ryanair FR1305 Sevilla-Palma nunca olvidarán el pasado 11 de agosto, ya que pasaron un auténtico calvario para poder llegar a su destino: estuvieron unas 16 horas tirados en el aeropuerto de la capital hispalense, porque el vuelo se retrasó más de 14 horas, y hay que añadir el tiempo con antelación con el que hay que llegar para poder facturar (si es necesario), pasar el control de seguridad y realizar el embarque. La citada aerolínea se ha puesto en contacto con Ultima Hora y ha reconocido que la demora está motivada por un fallo técnico, pero ha asegurado que «este inevitable retraso que estaba fuera del control de Ryanair».

En concreto, han precisado que «este vuelo de Sevilla a Palma se retrasó debido a un pequeño problema técnico con el avión. Los pasajeros fueron desembarcados y los ingenieros llevaron el avión para que lo inspeccionaran». Cabe recordar que los viajeros comenzaron a sentir un olor muy fuerte en el interior de la aeronave. Algunos preguntaron y la tripulación respondió que era fuera. El avión comenzó a circular por la pista de despegue, pero el olor cada vez era más intenso y el piloto decidió volver.

La tripulación lo comunicó únicamente en inglés, lo que motivó que muchos de los pasajeros no lo entendiesen y se incrementase la sensación de miedo, e incluso, pánico. Los viajeros bajaron del avión y no volvieron a hablar en persona con nadie de Ryanair hasta las 18:30 horas, es decir, casi 9 horas después. Únicamente llegaban correos electrónicos posponiendo la hora estimada de salida. Primero comunicaron que sería a las 13:15 horas; posteriormente, a las 17:00 horas, a las 20:00 horas, a las 22:00 horas y a las 23.35 horas. Para colmo de la confusión, una azafata de Ryanair aseguró que la salida sería a las 22:30 horas en un vuelo procedente de Santiago de Compostela. Finalmente, el vuelo salió pasadas las 00:00 horas del día siguiente, es decir, ya era 12 de agosto.

La citada aerolínea ha justificado que la demora superase las 14 horas porque «el mantenimiento tardó más de lo esperado». No obstante, ha manifestado que «organizamos rápidamente un avión de reemplazo para operar este vuelo a Palma, que partió más tarde ese mismo día». La realidad es que cuando el vuelo despegó ya eran más de las 00:00 horas del día siguiente.

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Sin dinero para comida

Ante estos hechos, Ryanair ha expresado que «lamentamos sinceramente cualquier inconveniente causado como resultado de este inevitable retraso que estaba fuera del control de Ryanair». Es importante tener en cuenta que los afectados sólo recibieron cuatro euros entre las 9:35 y las 18:30 horas, por lo que con ese dinero no quedaron cubiertas sus necesidades de bebida y comida, incumpliendo la normativa. El presidente de la asociación de consumidores de Baleares, Alfonso Rodríguez, ha detallado que a partir de las 3 horas de retraso es obligación de la empresa correr con los gastos de manutención de los pasajeros.

Esto generó mucha angustia a las familia, ya que tuvieron que hacer frente a una serie de gastos que no estaban previstos. «Me han dado 16 euros para pagar la comida de mis dos hijas, mi mujer y la mía y me he gastado 55 euros; y aún me queda qué la merienda y la cena», recriminaba Jesús Cortés. A partir de las 18:30 horas, la compañía aérea ingresó varios vales de cuatro euros, por un importe total de 18 euros por pasajero. Por tanto, la comida y la merienda no quedaron cubiertas, pero la cena sí.

Más gastos imprevistos

Los gastos imprevistos fueron en aumento porque a medida que iban pasando las horas y los viajeros seguían en Sevilla, se iban cancelando los servicios que tenían contratados en Mallorca, con los correspondientes pagos por penalización. La mayoría de los pasajeros venían a pasar unos días de vacaciones a la Isla y habían contratado coches de alquiler; muchos fueron ampliando el horario de recogida, previo pago, pero lo perdieron porque a las 2:30 horas de la madrugada ya estaban cerradas gran parte de los rent a cars.

Esto los obligó a coger taxis para llegar a sus destinos; por pareja o familia tuvieron que hacer frente a desembolsos no previsto de entre 100 y 150 euros. Los residentes en Palma también se vieron afectados, ya que los autobuses de la EMT dejan de estar operativos a las 00:30 horas y sólo podían regresar a sus hogares en taxi. El vuelo llegó a las 2:00 y tuvieron que esperar 20 minutos dentro del avión porque no había autobuses para llevarlos a la terminal. Las azafatas pidieron a los operarios que se diesen prisa porque los pasajeros venían con más de 14 horas de retraso; estos respondieron que la aerolínea no les había avisado de su llegada y por eso las jardineras no estaban preparadas, como es habitual.

Reclamaciones

El presidente de Consubal ha instado a los perjudicados por esta situación a presentar reclamaciones. La primera de ellas debe hacerse, lo antes posible, a Ryanair. Si en un plazo de siete días no ha respondido, éstos deben acudir al departamento de Consumo de sus respectivas comunidades autónomas o a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que «obligará a la aerolínea a compensar a los pasajeros que hayan visto violados sus derechos». Rodríguez ha recomendado ir directamente a AESA si la resolución de la compañía no es la esperada porque Consumo la remite al citado organismo estatal, por lo que «se ahorra un trámite».