Paneles informativos de Son Sant Joan con la mayoría de los vuelos retrasados. | Lucía Cortés

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Los aeropuertos de Baleares están recuperando la normalidad poco a poco a lo largo de la mañana de este jueves, después de dos días acumulando cientos de retrasos y cancelaciones por culpa de la DANA. Con todo, las pantallas de Son Sant Joan reflejan gran cantidad de retrasos que AENA achaca a meteorología adversa en diversos destinos europeos y a la reprogramación de las propias aerolíneas tras las decenas de cancelaciones de miércoles y jueves (más de un centenar), por lo que descarta problemas de funcionamiento interno del aeropuerto de Palma. No obstante, los controladres han tenido que desviar algunas rutas en vuelo para evitar núcleos tormentosos.

Así, las compañías aéreas están trabajando para reubicar a los pasajeros que perdieron su vuelo y reprogramando su operativa, por lo que AENA ha procedido a desactivar el comité de crisis activado ayer tarde en el aeropuerto de Palma. Con todo, están arreciando las quejas de múltiples pasajeros que denuncian que las compañías les están ofreciendo reubicaciones hasta a ocho días vista. Mientras, los precios para comprar otro billete para estos días se han desbocado.

Desde la Asociación de Usuarios y Consumidores de Baleares (Consubal) explican que están llegando numerosas denuncias de pasajeros en ese sentido. El problema es lógicamente mayor para la gente que tiene que volar de regreso a su lugar de origen y no encuentra vuelos alternativos a precios razonables. «Para la gente que está en su casa se le reprograma su asiento, pero a los que están tirados en otra parte es un problema gordo, porque además les están crujiendo con los precios si quieren comprar otro billete», señala el presidente de Consubal, Alfonso Rodríguez, quien acusa a las compañías de estar intentando pescar en río revuelto y hacer su agosto bajo el pretexto de situaciones de fuerza mayor y fuera de su responsabilidad, como ha sido el paso de la DANA por Baleares.

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Uno de esos pasajeros relataba a este periódico que tenía un vuelo en el día de ayer para volver a Palma desde Zaragoza, pero tras la cancelación del mismo se quedó prácticamente sin opciones. La información ofrecida por parte de la compañía, Vueling, fue tardía, muy escueta e insatisfactoria. «Me ofrecían reubicarme el día 23, ocho días más tarde. Y si quería comprar un billete para hoy (viernes), ya estaban a 600 euros. Ese precio por un solo billete de ida», explica David Del Río, quien finalmente optó por regresar durante esta madrugada en barco. «Nos informaron de la cancelación en la puerta de embarque, donde eran todo gritos y llantos. Me dirigí a dos chicos de Mallorca, uno de Ses Salines y otro de Artà, y armamos un plan para regresar», relata. «Chicos, ¿queréis volver a casa? Pues tren a Barcelona y barco».

En esta situación, Consubal recomienda a los afectados a, si no tienen más opción, comprar un billete alternativo y reclamar a la aerolínea la devolución íntegra del coste de este billete (no del primero). Las compañías disponen de un plazo de siete días para contestar. En caso de que no respondan o lo hagan en sentido negativo, la asociación insta a presentar la denuncia correspondiente ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento.

Por otra parte, se están produciendo también muchas denuncias por el incumplimiento de la obligatoriedad de proveer a los usuarios de los servicios de atención necesarios. AENA informó de que el protocolo del comité de crisis contempla reuniones específicas con las autoridades locales para tratar de asegurar servicios a los pasajeros afectados en términos de alojamiento, restauración o aparcamiento. La mayor parte de estas cuestiones queda en manos de las propias aerolíneas, pero algunas de ellas se están desentendiendo completamente, denuncian los propios afectados. Vueling y Ryanair están siendo las compañías más criticadas.