Estudiantes en el campus de la UIB. | M. À. Cañellas

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Con el inicio de curso académico, muchos universitarios hacen las maletas y se marchan a estudiar fuera de Baleares para proseguir con su formación. Las ganas de salir de su zona de confort y la oferta educativa son algunos de los motivos que impulsan a estos jóvenes a irse lejos de casa.

Entre 2017 y 2021, unos 14.000 universitarios decidieron marcharse, según los datos que recoge un informe elaborado por el Consell Econòmic i Social correspondiente este período.

Valencia, Barcelona, Madrid o Estados Unidos son algunos de los destinos que han escogido los estudiantes mallorquines que aparecen en este reportaje. Ellos no explican en primera persona qué les ha decidido a tomar esta decisión.

La ilusión por irse a estudiar fuera impulsó a María Perelló y Andrea Perelló, dos hermanas que escogieron Valencia para su formación. Estudian Ingeniería Industrial y Ingeniería de Diseño respectivamente. «Quería vivir la experiencia universitaria fuera de casa, lo tenía clarísimo», afirman casi al unísono. En la misma línea se pronuncia Inés Ferrer. Ella decidió irse a Sevilla para estudiar Arquitectura. «Pretendía independizarme» , explica sobre su marcha, una decisión sobre la que no se arrepiente, porque, asegura, es «muy feliz».

María Perelló, Inés Ferrer y Andrea Perelló explican sus experiencias lejos de casa.
María Perelló, Inés Ferrer y Andrea Perelló explican sus experiencias lejos de casa.

Yago Guasch es otro mallorquín que está estudiando en La Terreta, la universidad de Valencia. Ya cursó allí el grado superior de Automoción y ahora va a empezar el grado de Ingeniería Mecánica. «Nunca valoré quedarme [en la isla], soy una persona a la que le encanta viajar, experimentar y conocer aunque sea en nuestro propio país», afirma, seguro de su decisión.

Yago Guasch con su novia en Valencia.
Yago Guasch con su novia en Valencia.

Formación deportiva

El deporte siempre está presente a la hora de tomar decisiones sobre los estudios. Según los datos difundidos el pasado abril, en Baleares hay 105 nuevos deportistas de alto rendimiento.

Por ley, en toda España todas las universisades deben disponer de un reglamento propio para los deportistas de alto nivel. Así lo firmaron el Consejo Superior de Deportes y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. La UIB y el CESAG, por ejemplo, tiene el suyo.

Pedro Henrique con su equipamiento deportivo.
Pedro Henrique con su equipamiento deportivo.

Uno de los que se ha ido a estudiar fuera formación deportiva es Pedro Henrique. Actualmente reside en Estados Unidos, donde cursa Ingeniería de Organización Industrial en la Sourthern Illinois University Edwardsville y ya está en su cuarto año. Mientras estudia, juega a fútbol en el Greenville University Men’s Soccer, ganador de la última liga de conferencia. «Después de estar buscando opciones durante un tiempo, vi esta oportunidad y me lancé sin dudarlo», afirma sobre su marcha.

Quienes lo tuvieron más complicado fueron las hermanas María y Andrea Perelló e Inés Ferrer. Ellas han practicado vela durante toda su vida, pero cuando llegó el momento de marcharse tuvieron que dejar de navegar. «Era imposible compaginarlo con la uni y lo tuve que dejar», explica Andrea. Inés lo corrobora: «intenté hacer algo, pero es muy complicado».

Salir de casa no siempre en sencillo y a veces la adaptación cuesta. «El colegio mayor ayuda mucho y facilita la integración», explica Massimo Mancini, que estudia ADE bilingüe en Madrid, concretamente en el IE Buissnes School. No se esconde cuando afirma que «la universidad de aquí no tiene prestigio. Además, no sé si imparten mi grado en inglés». Apunta otros motivos que le decidieron a partir. «En Madrid hay vida siempre, en los pueblos de Mallorca entre semana, no hay nada».

Residencia

En la figura de la residencia como elemento integrador también hacen hincapié Inés y Andrea. «Los veteranos te acogen en seguida», explica Andrea, mientras que Inés añade que «está esperando a los nuevos para ayudarles» con el objetivo de dar lo que a ella le dieron. Además, «la gente de la ciudad ayuda mucho en la adpatación», comparten las dos. María también asegura que ella lo ha tenido muy fácil para adaptarse.

Massimiano en su colegio mayor.
Massimiano en su colegio mayor.

Pedro Henrique, que ha cambiado de país cruzando el Atlántico, cuenta que «ha sido un salto grande, pero la multiculturalidad permite hacer piña con los internacionales». Además, matiza que «la vida americana no es como en las pelis, es muy importante tener una organización». Igual a alguno se le ha fastididado el sueño americano.

Hay casos especiales, como es el de Yago, que durante su estancia en Valencia ha encontrado el amor, lo que ha favorecido la adaptación en la ciudad, donde «la gente es bastante agradable y muy abierta», asegura.

El apunte

Un 51’1% se queda a estudiar

Según el informe elaborado por el Consell Econòmic i Social, un 51’1 % de los estudiantes prefieren quedarse a estudiar en Balears. De los que quieren marcharse a estudiar fuera, un 32 % lo hace por querer vivir la experiencia universitaria lejos de casa y tan solo un 5’2 % alega como motivo falta de prestigio. Las ingienerías siguen siendo lo que más partidas causan ya que en las Islas no se ofertan todas y muchos jóvenes tienen que irse a otro lado a buscarlas.