Los alumnos durante una clase de violín en el CEIP Son Canals. Foto: Vicente Bausá

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El proyecto de Resonancias de Talento que se celebra en el CEIP Son Canals, con familias de Pere Garau y de Son Gotleu, necesita ayuda por problemas económicos.

Esta iniciativa arrancó su andadura en 2016 y ha funcionado de manera continuada hasta este año, en el que está teniendo algún escollo que les dificulta el avance. Incluso, durante la pandemia de la Covid-19 se hacían clases online para que los alumnos pudieran seguir desarrollándose musicalmente. Por otros sitios de España, como Barcelona o Hospitalet de Llobregat, también se ha llevado a cabo el proyecto y los resultados han sido buenos.

La iniciativa consiste en impartir clases gratuitas a escolares para que aprendan a tocar el violín, instrumento que se les presta. Las clases son impartidas por Vicente Bausá. También clases de coro que son ofrecidas por Roberta Minucci. Y se realizan salidas por toda la Isla para poder hacer conciertos, entre otros con la Jove Orquesta de les Illes Balears. «Lo bueno de trabajar con estos chicos es que valoran mucho los instrumentos y los cuidan como si fuera un tesoro», comenta Bausá.

Vicente es músico, toca el violín y tiene la titulación superior por el Conservatorio de Música del Liceo. También tiene más de 15 años de experiencia como profesor. Roberta cuenta con mucha experiencia en canto y ha participado en obras como La Traviata. Sin duda, dos profesores que aportan grandes cosas al crecimiento de los futuros músicos en el colegio.

Esta propuesta solidaria se realiza en barrios donde hay niños en riesgo de exclusión social. «Con ellos se ayuda a superar las barreras sociales que hay en relación a la música clásica. La gente la considera elitista y no debería ser así», afirma Bausá.

Él es uno de los líderes de esta propuesta y cuenta lo que le llevó a poner en marcha esta iniciativa en las Islas: «Sentía que como músico quería aportar mi granito de arena». «Soy un firme creyente de que la música cambia a las personas y, por lo tanto, cambia a la sociedad», añade.

Actualmente son unos 500 los alumnos apuntados a esta iniciativa y están divididos en 50 por clase. El coste del proyecto supone unos 10.000 euros por clase a lo largo del curso, una cantidad muy alta para ser sufragada año tras año, por lo que de cara al próximo curso se ha propuesto realizar «apadrinamientos a los músicos». Este apadrinamiento supondrá aportar unos 500 euros por alumno para cubrir el gasto de los instrumentos, transporte y otras cosas básicas que pueda tener cada uno. Bausá, Minucci y el centro también buscan algún patrocinador que pueda echarles una mano.

A día de hoy, es el único proyecto musical y social que funciona de manera activa y les gustaría llegar a cotas más altas como a institutos ya que en el CEIP el progreso acaba en sexto de Primaria.