Indira Gayupán frente al convento de San Juan de Dios. | Teresa Ayuga

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Indira Gayupán tiene una niña de 5 años y otra de 12. Llegó hace más de un mes al servicio de acogimiento residencial de San Juan de Dios, concertado por el IMAS, y este lunes le han informado de una salida forzosa.

Esta madre se muestra ahora desesperada al no saber a dónde ir y amenaza a los servicios sociales del Consell de Mallorca con acudir a los tribunales porque no le han entregado un poder judicial que, explica, debe ser previo al desalojo.

«Tenía que irme el 4 de septiembre pero sin poder judicial no pueden sacarme de ahí. Yo no tengo a donde ir. Tengo ese derecho y no me lo pueden quitar porque tengo menores a mi cargo», ha explicado.

Asegura que la institución no le ha hecho un plan de trabajo y que los trabajadores sociales la acusan de únicamente ir al gimnasio. «Lo tengo todo grabado», amenaza. Y se muestra preocupada porque cree que ya no puede volver a entrar y «todas mis cosas están ahí».

Versión del IMAS

Consultado el IMAS, portavoces de la administración insular explican que el recurso de emergencia habitacional que se le dio es de un mes, prorrogable a cuatro. Argumentan que, en este caso, Indira Gayupán llevaba dos meses de residencia pero que no se le habría prorrogado porque no había acudido al programa de inserción laboral, un plan de trabajo que desde el IMAS advierten que sí se ha realizado. Por otra parte también aseguran que ayer mismo tenía una citación para estudiar las alternativas a seguir y tampoco acudió.