Turistas en terrazas de Porto Cristo. | Assumpta Bassa

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La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) interpreta los datos de crecimiento del segundo trimestre del año como una muestra de «señales de agotamiento» por parte de la economía del Archipiélago. En el informe de Evolución Económica de la patronal correspondiente a los meses de abril a junio se indica que el crecimiento fue del 2,8 %, una tasa que sitúa que marca una tendencia a la baja en comparación al trimestre anterior -que registró un incremento del 3 %- y que evidencia que las Islas «pierden fuelle tras el sólido inicio de año».

La patronal basa su lectura en una comparativa con la evolución media en España y en la Unión Europea, que muestra una tendencia al alza. Así, en el conjunto del Estado se creció tres décimas (2,9 % frente a 2,6 % el trimestre anterior), mientras que en la UE la subida fue de una décima (0,8 % frente a 0,7 %). Lo preocupante para CAEB es que Baleares se desmarque de la tendencia general a la aceleración en este periodo «observada en buena parte de los países de su entorno competitivo».
Según se resalta en el informe, estos, al contrario que las Islas, «sí han aprovechado la nueva etapa de relajación monetaria, la fortaleza del mercado laboral y la progresiva moderación de la inflación».
El informe indica que la desaceleración de la actividad queda también patente desde la vertiente laboral, puesto que se produjo una reducción en la generación de empleo con respecto al primer trimestre (3,6 % frente al 3,9 % registrado de enero a marzo).

No obstante, cabe señalar que en este apartado influyó el llamamiento anticipado de los trabajadores del sector turístico, puesto que buena parte de la planta hotelera optó por adelantar las aperturas, entre otras cosas, por la solidez de la demanda a las puertas de una temporada que arrancó a finales de marzo con la Semana Santa. Las buenas cifras registradas en cuanto a llegadas turísticas, no obstante, no enmascaran una realidad preocupante para los empresarios: que el actual patrón de crecimiento basado en acumulación de factores de producción «está tocando techo».

Así, y pese al récord turístico, la previsión es que el informe del tercer trimestre revelará un verano en que la economía balear «ha seguido ralentizándose». Para CAEB, el problema de Baleares radica en «las dificultades estructurales para aprovechar los esfuerzos de acumulación y los volúmenes de actividad», por lo que no es de origen externo -dados los máximos en llegadas y gasto turístico de esta temporada- sino interno.