La búsqueda de su alojamiento le llevó alrededor de 20 días, en los que visitó tres alternativas. Esta experiencia le llevó a una conclusión: «Aunque estemos pagando, somos los inquilinos los que tenemos que amoldarnos al alquiler». Aun así, Alicia está satisfecha con las compañeras que le «han tocado», porque recuerda que nada se elige en el arrendamiento de estancias. «La situación actual es amarga. Si en el futuro yo quiero vivir en la Isla, sé que no voy a poder ahorrar», se lamenta la administrativa.
Un futuro incierto
Cuando piensa en el futuro, sabe que si el panorama inmobiliario actual no mejora, deberá replantearse su vida. «Para irme a vivir sola, o me mejoran las condiciones de trabajo o tendré que pedir un préstamo, por el simple hecho de querer un espacio individual», reflexiona. Reconoce que a veces medita la posibilidad de acceder a un alquiler para ella sola, pero se choca con una realidad en la que es imposible, las condiciones son peores por el doble de precio. También, en sus planes de cinco a 10 años vista, no cree que sea posible comprar una casa. «Para pedir una hipoteca, necesitas tener dinero ahorrado», un aspecto que con los gastos de alquiler y el coste de la vida actual no es posible para ella.
Tanto ella como sus compañeras de piso son profesionales, con un trabajo y unos estudios. A pesar de ello, no pueden permitirse una independencia total. Aun así, compartir piso con trabajadores es una experiencia totalmente diferente a los pisos de estudiantes, según Alicia. Un aspecto que ha notado en el horario, por ejemplo. «Por la tarde-noche queremos llegar a casa, cenar e irnos a dormir», cuenta la joven. Las chicas con las que comparte piso tienen la misma opinión. «Nos estamos acostumbrando a una situación que no es normal. Cuando una persona es trabajadora, tiene un contrato, unos estudios… Y parece que estás suplicando por una habitación, cuando se supone que es un derecho», argumenta su compañera. A esto se suma el estrés generado por la incertidumbre del mercado inmobiliario.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Bajo mi punto de vista, tristemente, la única solución que veo para los jóvenes que no ganan mucho, como esta chica, que me imagino que son la mayoría, es que se vayan a trabajar a otro país donde los sueldos sean mayores. Luego, si quieren, pueden volver a Mallorca, pero para ahorrar dinero y tener un patrimonio de cara al futuro, trabajar fuera es la única solución que veo, lamentablemente.
El problema no es de los propietarios. La gente está atrapada en un sistema en el que es y será cada vez más pobre. El poder adquisitivo de las personas va en caída libre.
En la península con 550 euros pagas la hipoteca a 15 años y te sobra para la compra mensual de una persona.
Que este gobierno perverso deje de respaldar a los okupas y el mercado se ajustará a precios aceptables.