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La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, ha advertido a la presidenta del Govern, Marga Prohens, que deberá aceptar sus exigencias para continuar gobernando en solitario: «Si alguien quiere nuestros votos, tendrá que atender nuestras demandas».

En la segunda jornada del Debate de Política General en el Parlament, Cañadas ha justificado la ruptura del acuerdo de gobernabilidad con el PP subrayando sus diferencias con el partido de Prohens, al que ha acusado de connivencia con las políticas que promueven la inmigración ilegal, de aceptar las «imposiciones separatistas» y de mantener las leyes de la izquierda. «Los ciudadanos de Baleares apenas han notado el cambio de gobierno», ha remarcado la portavoz del partido derechista, que ha recriminado a la presidenta que «si Vox no estuvieran no habrían podido cumplir su programa».

Según ha detallado, de las 110 medidas que contemplaba el pacto de gobernabilidad roto en julio, se habían cumplido poco más de la mitad, y de esas solo el 13 % eran exclusivas del programa electoral de Vox, y aún de ese pequeño porcentaje la mitad no está definitivamente aprobado. Por ello, su respaldo para que el Govern en minoría del PP pueda aprobar leyes como la de simplificación administrativa y los próximos presupuestos está condicionado a que el ejecutivo sea «valiente» para aplicar las políticas de Vox, ha incidido.

«Si ustedes realmente están dispuestos a cambiar las cosas, nos encontrarán y nos entenderemos», ha matizado. Entre los cambios que le exige Vox, Cañadas ha hecho hincapié en que el Govern debe adoptar medidas contra la inmigración ilegal que sí son de su competencia, como dar prioridad a los españoles frente a los extranjeros en las ayudas sociales para evitar el «efecto llamada».

La portavoz, que ha responsabilizado de la criminalidad a los inmigrantes, también ha exigido al PP que garantice el derecho de los padres a que sus hijos estudien en castellano, poniendo límites al «fanatismo lingüístico del catalán en las aulas». También ha reclamado la ampliación de la red de carreteras con nuevas autovías y autopistas, la reducción de la presión fiscal y la desclasificación de suelo para que se incremente la oferta de vivienda, porque en este ámbito el Govern «no ha hecho más que anuncios».