El servicio de Urgencias atiende un accidente en Magaluf. | Vasil Vasilev

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Atender a los turistas extranjeros cada año supone un gasto añadido para las arcas de Baleares aunque gracias al fondo de compensación de asistencia sanitaria parte de este desembolso retorna. En 2023 los centros del IB-Salut atendieron a 35.661 turistas de la Unión Europea con la tarjeta sanitaria en regla y ahora el Estado lo compensa con 34,6 millones de euros. Pese a desconocer el balance, los beneficios siempre son muy inferiores al gasto que conllevan.

La cifra de atención y de ingresos crece respecto a años anteriores (en 2021, por ejemplo, se facturaron 23.296.485 euros por atender a 30.428 visitantes) y tiene una importante variación respecto al último año de prepandemia. En 2019 se atendieron a 64.806 turistas extranjeros, un 45 % más que el año pasado sin embargo, se reportaron 33.416.150 euros, un 3,6 % menos. Y el año anterior se percibieron 31,7 millones tras atender a 57.590 personas.

Respecto al año pasado, los centros sanitarios del IB-Salut prestaron asistencia a un total de 12.939 pacientes de nacionalidad alemana; 7.068 pacientes del Reino Unido; 8.030 pacientes italianos; 6.155 pacientes franceses y 1.469 pacientes suizos.

La facturación a turistas europeos se ha ido incrementado en los últimos años gracias a un mayor control de la contabilidad para tratar de evitar pérdidas. En la legislatura pasada se aumentaron los recursos humanos destinados a los departamentos de facturación de los hospitales, y se actualizaron las tarifas y los circuitos de identificación de los pacientes.

Las actividades que son objeto de una compensación son la asistencia sanitaria a residentes de la Unión Europea que viven en Baleares, la de ciudadanos europeos desplazados a las Islas, y la de personas desplazadas también al Archipiélago procedentes de otras comunidades autónomas.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es el organismo estatal encargado de distribuir esta compensación entre las diferentes comunidades autónomas. De hecho, en el caso de los extranjeros que residen en Baleares, es el INSS quien calcula la cantidad que debe percibir la comunidad autónoma en función de las cotizaciones de estos residentes (que por cierto, en su mayoría son personas jubiladas que viven en las islas).

El resto de turistas que no disponen de la tarjeta sanitaria europea deben viajar con su propio seguro con cobertura médica o pagar la atención recibida en las Islas en caso de requerirla.

Por último, está la atención sanitaria gratuita a todos los residentes de Baleares para la que, si bien no hace falta tener los papeles en regla, sí es necesario estar empadronado en algún domicilio físico. En cualquier caso, la universalidad de la sanidad está garantizada.