La exconsellera Aina Salom y la hoja de reclamaciones que ha presentado tras lo ocurrido. | R.D.

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La exconsellera de Salut i Consum, Aina Salom, ha denunciado a este periódico un nuevo caso de discriminación lingüística. Los hechos han tenido lugar en una tienda de telecomunicaciones de Palma cuando la expolítica, que actualmente regenta una farmacia, pretendía realizar un sencillo trámite.

«Ha sido muy desagradable. Nada más entrar he visto que era sudamericana, que yo no tengo nada en contra los sudamericanos, y le he preguntado: Xerres mallorquí? Mos podem entendre en mallorquí?» Yo en la farmacia tengo ocho personas, ninguna habla mallorquín pero lo entienden y responden en castellano», ha relatado Salom.

La respuesta de la trabajadora, según la exconsellera, ha sido contundente: «No importa ni que lo hables. Ni lo entiendo ni lo hablo». A lo que Salom ha respondido: «Yo tengo que poder hablar mi lengua, porque en nuestro Estatuto mi lengua y la tuya son igual de importantes».

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De nuevo, afirma la denunciante, otra respuesta todavía más tajante de la trabajadora: «Pues no le hago el trámite. Como usted es una maleducada pues no se lo hago». Otro de los trabajadores ha intervenido en defensa de su compañera aunque la exconsellera le ha querido dejar claro «que no hablaba con él».

Llegados a este punto, Salom ha solicitado la hoja de reclamaciones. Una petición que ha tenido que repetir hasta cinco veces ante las supuestas respuestas esquivas de los trabajadores. «Yo he sido consellera de Salut i Consum, me he dirigido a ellos y les he dicho que tienen la obligación de tener en este local hoja de reclamación, que no me vinieran con excusas. Se lo he dicho ya en castellano. Cuando han visto que sabía de que iba el tema me la han entregado».

Sin embargo, a pesar de finalmente entregarle la hoja de reclamaciones, Salom afirma que los trabajadores se han negado a rellenar algunos de los datos que precisa el formulario y no se han identificado. Tras un último intento, una última petición de realizar el trámite, el segundo de los trabajadores ha concluido: «Todo lo que le han dicho es mentira, si usted ha hecho todos los trámites por teléfono sígalo haciendo, aquí no se le va a dar nada».