Imagen de archivo de una comida de Navidad. | Drazen Zigic

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Los restaurantes del centro de Palma han colgado el cartel de lleno para las comidas y cenas de Navidad. Así lo ha confirmado el presidente de Mallorca CAEB Restauración, Juanmi Ferrer. «Hay euforia por ir a determinados establecimientos de la capital balear, especialmente aquellos ubicados en las zonas en las que se celebra el tardeo, ya que tras la comida o antes de la cena pueden tomar copas», precisa.

No obstante, el representante de los restauradores advierte que esto no está sucediendo en toda la Isla. «La demanda es por locales concretos, pero no llega a todo el sector», lamenta. También matiza que se trata de días muy concretos, que se concentran en el mes de diciembre, aunque algunos ya comienzan a celebrarlas en noviembre para poder ir al restaurante en el que están interesados; como se ha señalado anteriormente, especialmente en las zonas en las que hay tardeo.

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Ferrer también resaltada que «año tras año, los presupuestos para las comidas y cenas de Navidad cada vez son más reducidos». En general, suelen moverse entre los 30 y los 50 euros por persona. En este punto, asegura que los empresarios del sector han apostado, de manera prácticamente generalizada, por mantener los precios. «Sabemos que nuestros clientes tienen dificultades económicas por el elevado coste de vida de la Isla, por lo que la gran mayoría nos estamos decantando por no subir los precios», argumenta.

Los cierres se triplicarán en 2024

El presidente de Mallorca CAEB Restauración asegura que los empresarios del sector no pasan por un buen momento y avanza que en 2024 los cierres se triplicarán y se rozarán los 600. En el ejercicio 2023 bajaron la persiana definitivamente 186 locales de la Isla, de los que 28 fueron por jubilación. «Estos cierres se produjeron en un buen año», por lo que advierte que «2024, que está siendo muy duro para el sector, calculamos que se triplicarán y no descartamos que se superen nuestras previsiones».

Ferrer explica que esto está motivado por «los abusivos gastos que sufrimos los restauradores mallorquines, que están matando al sector. Muchas empresas están en una situación límite, de colapso, y con ganas de abandonar o desertar». El representantes de los restauradores destaca que los beneficios se han desplomado en los últimos años; han pasado de rozar el 20 % a caer hasta el 6 %-8 %. Esto en el 'mejor de los casos', ya cada vez es más habitual trabajar durante algunos meses del año en números rojos, que algunos no pueden aguantar, lo que da lugar a la muerte del negocio.