Francisco Javier Piña Reynés, presidente de Asinem.

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La falta de instaladores está provocando intrusismo en el sector, según informa el presidente de la asociación de empresas instaladoras de Baleares Asinem, Francisco Javier Piña. En este sentido, precisa que en 2021, el 56 % de las empresas ya manifestaban tener dificultades para contratar personal técnico; cifra que se ha disparado hasta el 73 % en los últimos dos años.

Piña señala que en Baleares, aproximadamente, hay unos 5.000 trabajadores en empresas habilitadas. Sin embargo, advierte que «cuando faltan profesionales o no existe suficiente tecnificación, se abre la puerta al intrusismo y a la actividad de empresas oportunistas, es decir, no cualificadas».

Cabe destacar que en agosto de 2023 la profesión de electricista se incluyó en el listado de profesiones de difícil ocupación en Mallorca, Menorca e Ibiza. «Esto evidencia la creciente dificultad para encontrar talento». Ante esta situación, expone que «ha habido un cambio en los usos y procesos de los departamentos de Recursos Humanos, quienes ahora están incorporando nuevas estrategias, como la búsqueda de perfiles en otros países y la gestión de viviendas en relación con proyectos y trabajos. Desde ASINEM, en 2022 se creó el área de Empleabilidad, participando en más de una veintena de proyectos de formación para la inserción en colaboración con organizaciones del tercer sector, empleando a más de 300 personas».

Preguntado por las especialidades en las que hay mayor carencia de personal, responde que «prácticamente en todas: electricidad, incluyendo instaladores de energías renovables (fotovoltaicas), climatización de edificios, manipulación de gases fluorados, programación y domótica de edificios. También podemos incluir fontaneros, técnicos especialistas en mantenimiento de ascensores y técnicos en instalaciones de protección contra incendios, así como telecomunicaciones».

Rechazar trabajos

Esta situación les está llevando a tener que rechazar trabajos. «Las empresas deben establecer prioridades y especializarse al aceptar trabajos. Antes, se aceptaba el proyecto comercialmente y luego se ajustaba al volumen del equipo. Ahora, la producción se dimensiona en función del equipo y del talento disponible en cada empresa».

Respecto a los motivos que han originado esta carencia de personal, el presidente de Asinem considera que «la principal razón es la falta de formación y tecnificación». En relación a este asunto, reconoce que «esto limita las oportunidades productivas. El turismo ofrece una forma de empleo rápida y fácil, lo que hace que el resto de la sociedad se oriente hacia este modelo de vida laboral. La diversificación económica requiere una formación distinta, y el sector de instalaciones, en particular, necesita una capacitación técnica básica. El abandono escolar y el abandono de la Formación Profesional (FP) son otros factores que reducen las posibilidades de contar con personal técnico adecuado».

Soluciones

Respecto a las soluciones, Piña expone que «se necesita un plan estratégico con amplio consenso y planificación conjunta entre todos los sectores, además de un seguimiento riguroso de la FP. En el ámbito laboral, serían beneficiosas medidas sociales que mejoren el bienestar y la capacidad productiva de los trabajadores. Actualmente, el 86 % de las empresas, después de dos años de esfuerzo en la adquisición de talento, están enfocadas en la formación continua de sus equipos, lo cual es fundamental para mejorar la productividad del personal existente».

El apunte

¿Cómo son los instaladores?

El presidente de Asinem, Francisco Javier Piña, explica que «los instaladores suelen tener estudios básicos, aunque lo ideal es que posean al menos un grado medio en FP. A partir de este nivel, muchos pueden incluso alcanzar estudios universitarios. Es frecuente encontrar en las empresas del sector una considerable cantidad de ingenieros y graduados superiores». Respecto a los salarios básicos, según convenio, oscilan entre los 22.545 euros y los 40.000 euros para un ingeniero.